Por Félix Carbajal Juárez
De las reformas que ha originado el gobierno
de Enrique Peña Nieto, la Energética ha sido la más polémica, discutida, criticada y que ha originado mayores
manifestaciones y saqueos en “defensa supuestamente del patrimonio
nacional” ¿será verdad tanta belleza?
Analicemos someramente, su origen,
resultados habidos y consecuencias futuras…
Foto: Promulgación de la Reforma Energética |
Por ahí de los años treinta del siglo
XX, por el exceso de soberbia, autoritarismo y despotismo de las Petroleras
extranjeras hacia sus trabajadores y al gobierno mexicano encabezado por el
general Lázaro Cárdenas del Río, como Presidente de la República. Éste
(Lázaro), con el apoyo físico, económico y legal, de la población mexicana,
tuvo que expropiar las instalaciones y los bienes de dichas empresas, ante el
berrinche de sus propietarios por la pérdida del espléndido y lucrativo negocio
que representaba la explotación del petróleo y, además; la frustración por la
falta de una intervención directa o indirecta de sus respectivos países en
defensa de sus propiedades, algunas mal habidas, por cierto.
Con esta acción; México se gana la
fama de país petrolero y su población, sobre todo la de menor preparación,
espera que la riqueza llegue a manos llenas. ¡Esperanza inútil, Lástima! Si
bien es cierto que Dios o la Naturaleza para los que se dicen ateos, dotaron al
país de grandes yacimientos petroleros, también es cierto que había que
sacarlos industrializarlos y venderlos, lo cual dependía de la habilidad y
sabiduría de los funcionarios mexicanos que sustituyeron a los extranjeros que
se fueron con el conocimiento y la tecnología necesarios para la extracción y
refinación del petróleo.
De hecho se inicia una época de incertidumbre y
periplo para el gobierno en turno por la falta de personal preparado para el
manejo de la industria y la venta del producto a nivel internacional de la cual
carecían. Como suele suceder en todas las peleas, éstas generan rencores y
deseos de venganza. En las Petroleras fue algo natural que sucediera y el
desquite se hiciera presente al boicotear la venta de los aditivos (tetrástilo
o tetra metilo de plomo) para la conversión del petróleo a gasolina y la
reposición de la maquinaria y accesorios no fabricados nacionalmente.
Hago aquí un amplio reconocimiento a todos
los ingenieros, técnicos y trabajadores petroleros que con esfuerzo y tesón (en
mi tierra le llaman de otra forma; pero se oye feo porque está ligada con las
gallinas) y en especial al ilustre mexicano Teófilo García Sancho, quien tomó
el toro por los cuernos y se hizo cargo de la producción del tetra etilo de
plomo construyendo la planta necesaria
para su elaboración que significaría la independencia técnica de México, al
menos, en la producción de gasolina. Muchos años después, este antidetonante
saldría del mercado por la dificultad de eliminación, una vez absorbido, del
organismo humano y sustituido por otro antidetonante llamado MTB, el cual
también sería sustituido posteriormente.
Esta guerra sucia, comercialmente
hablando, originó una gran caída en la producción y venta de petróleo crudo.
Pero en la Economía como en muchos otros aspectos los vacíos siempre alguien o
algo los llena y en este caso el gobierno atinadamente impulsó el desarrollo
interno y de los 87mil y pico de barriles diarios de productos derivados del
petróleo que se producían en el año 1940 para 1955 casi se habían triplicado
produciéndose poco mas de 220 mil barriles.
Sin embargo, fue hasta finales del
sexenio de Luis Echeverría en México reaparece como un país importante en el
mundo petrolero, al descubrirse los yacimientos en el área de Cantarell y que
unido a la restricción impuesta por los países productores de petróleo, la
OPEP, hacen que el precio internacional se dispare y de lugar a la famosa frase
de López Portillo, entonces presidente de México, de “prepararnos para
administrar la abundancia” y que significó el inicio del derroche del ingreso
petrolero por la gente enquistada en Petróleos Mexicanos y las distintas áreas
del gobierno, iniciándose algunas de las dinastías sindicales más poderosas del
país y que han generado mayor corrupción y desequilibrio en el Ingreso
Nacional. El famoso PIB.
Este gran sindicalismo poderoso y
corruptor, ha sido el gran freno en el desarrollo económico del País. Teniendo
al alcance una gran cantidad de recursos por la venta del petróleo crudo (sin
refinar) al extranjero, poco les importó, tanto a ellos como a los
engolosinados funcionarios gubernamentales, adecuar las refinerías para un
desarrollo de segunda, tercera o cuarta generación de productos derivados del
petróleo, carestía en capacidad que a la fecha subsiste, yéndose por el lado
fácil de vender la materia prima y comprar producto terminado, a costa de
generar un muy pobre desarrollo económico del país en el cual estamos inmersos
actualmente.
De la época de bonanza en los años
setenta al dos mil diez y siete, época actual, muchas cosas han cambiado dentro
y fuera del país y nuestra economía ha ido rezagándose en la misma proporción
inversa en que la población ha aumentado, lo que obligadamente trajo como
consecuencia: éxodo de mexicanos fuera del país y agrupamientos internos en
áreas más lucrativas; aunque no necesariamente legales y un desquiciamiento en
la seguridad de la población.
Ante esta situación, algo diferente
tenía que hacerse… Lo trataremos en la siguiente entrega, cuestión de espacio…
Hasta la próxima…
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