Por Alejandro Mario Fonseca
La contienda electoral inició hace ya
rato. Prácticamente desde que Peña Nieto ganó, todos se destaparon. Bueno, no
todos, los priistas han guardado las formas, dejarían de ser priistas: las
formas es lo único que les queda. Y es que casi todos los miembros de nuestra
clase política, se sienten presidenciables.
¿Por qué? Porque ese es el signo de
nuestros tiempos. Cualquier ignorante puede ser presidente de México. Unos por
ignorancia del quehacer político, caso de Fox. Otros por ignorancia de la
ética, caso de Calderón. Y otros por ignorancia de la ignorancia, caso de Peña.
Sé que después de decir esto muchos
fanáticos van a saltar en mi contra y me van a insultar en las redes sociales.
No importa, de eso se trata, espero que se pongan a estudiar un poquito y le
entren al debate: por escrito y con respeto.
¿Cuál es el signo de nuestros
tiempos? La ignorancia, sí, la ignorancia, en plena época del conocimiento
globalizado y gratuito, la gente lee menos y estudia menos. Conste que no dije
le menos, ni leé menos, no me vayan a confundir con nuestro secretario de
educación.
Y porque sé que algunos no me entienden, me
explico: se trata de que estamos perdiendo la esencia del ser humano: la
racionalidad. Y no es un problema exclusivo de los mexicanos, es mundial.
En México
cualquiera puede ser presidente
Por eso ganó el loco Trump: la
paradoja de la era del “conocimiento global” es que nos estamos alejando de la
razón, del logos. En la posmodernidad
poco a poco nos están dominando el ethos (las
costumbres, la moral) y el pathos (la
emoción).
Me explico en seguida. En nuestros
días el éxito del político depende poco de la lógica de sus argumentos, y más del
contexto emocional de su público: la impresión que da el político, el demagogo
(el ethos), y el ánimo y la reacción
de los oyentes, del pueblo (el pathos).
Preguntémonos ¿por qué López Obrador
está ganando todas las encuestas rumbo a la presidencia en el 2018? Pues porque
en este momento lo tiene todo. A parte de que es el único candidato
abiertamente en campaña, cuenta con la razón y con el apoyo moral y emocional
de la mayoría de los mexicanos.
Sí, a pesar de todos sus errores así
es. La razón lo asiste, México está sumido en el círculo vicioso de la
corrupción y la impunidad. Sí de algo puede presumir el “Peje” es de honesto.
Si no lo fuera ya desde hace rato estaría en la cárcel.
Y aunque no tenga un plan alternativo
real y coherente también cuenta con el apoyo emocional de muchos mexicanos que
se identifican con él. Además y nadie me podrá desmentir, su curriculum es
impresionante. Ya lo he dicho en otras ocasiones, no tanto por méritos propios,
sino por la debilidad de sus oponentes, muy probablemente ya llegó su hora y
será presidente.
¿Una
presidenta para un país de machos?
Sin embargo, también hay otros
candidatos que cuentan con grandes posibilidades: tal es el caso de la esposa
del expresidente Felipe Calderón: #MargaritaZavala.
Margarita Zavala Gómez del Campo es
abogada y su curriculum político se reduce a que fue diputada en la Asamblea
Legislativa del D. F. (1994-1997) y diputada federal por la vía plurinominal (es decir por dedazo) de
la LIX Legislatura (2003-2006).
Durante el gobierno de Fox destacó en
algunos cargos dentro de su partido Acción Nacional y participó en actividades
relacionadas con la equidad de género. Fue fundadora de la junta de gobierno
del Instituto Nacional de las Mujeres.
Como primera dama, es decir como
esposa de Felipe Calderón, presidió el DIF nacional, cargo en el que destacó
por el énfasis que puso en la protección de niños migrantes. Tal vez su mayor
éxito fue en junio del 2008, cuando presentó su programa de información para
padres de familia “Para una Nueva Vida”: una campaña de prevención de
adicciones en niños y jóvenes.
Ah, se me olvidaba, también escribió
un libro. No es que sea escritora, o que quiera serlo, se trata de un libro de
oportunidad: Margarita: mi historia. Confieso
que no me molesté en leerlo, ya que como ella misma lo confiesa es un libro
autobiográfico, en el que justifica sus razones para competir por la
presidencia de México.
La moral y
la emoción por encima de la razón
No tengo nada en contra de Margarita
Zavala como persona ni como mujer. Es más su desempeño como primera dama, sobre
todo después de la caricatura que vivimos con el caso de Martha Sahagún, fue
ejemplar.
Pero su curriculum político es
terriblemente pobre. Lo primero que me impresionó cuando busqué información para
escribir esta nota, fue la escases de datos. Compare usted el curriculum de
López Obrador con el de Margarita Zavala y compruebe la abismal diferencia.
Sin embargo, puede ganar la
presidencia de México. ¡Claro que puede! Hace unos meses yo no entendía cabalmente
este fenómeno. Pero después del triunfo del fanfarrón Trump. Las cosas se me
han ido aclarando.
La lógica, la razón, en suma, la
racionalidad está perdiendo fuerza en la toma de decisiones políticas. Hoy en
día es más importante contar con una “buena” imagen. O construirla a base de
mentiras y de verdades a medias.
Es más una imagen pobre y escasa, en
suma sencilla como la de Margarita Zavala puede resultar moral y emocionalmente
más impactante; que una imagen abrumadora, abigarrada y a veces contradictoria,
como la de López Obrador. ¿Qué le
parece?
No hay comentarios:
Publicar un comentario