Alejandro Mario Fonseca
¿Se acuerda usted de la “Ciciolina”?
Bueno, si usted tiene menos de 40 años nunca oyó hablar de ella. Se trata de Ilona
Staller, que fue o sigue siendo, no sé, una actriz pornográfica; además fue una
cantante medianamente destacada y activista política, de origen húngaro, naturalizada
italiana.
Conocida con el apelativo de Cicciolina,
es famosa por ser la primera actriz de cine para adultos en el mundo
en ser elegida diputada de la Cámara de Diputados de Italia por la
lista del Partido Radical.
Sí, como usted lo oyó, diputada por
el Partido Radical, nada menos que en Italia, la de la del Imperio Romano, la
del Renacimiento; y una de las cunas del
arte, de la filosofía, de la ciencia política y de la modernidad.
Sucedió en 1985, cuando fue elegida,
insisto, por el Partido Radical, luchando contra la energía nuclear y el
ingreso en la OTAN, así como por los derechos humanos.
Y si, fue elegida diputada en la décima
legislatura del Parlamento italiano, con cerca de 20 000 votos, resultando
segunda en las listas del Partido Radical.
Mientras
ocupaba el cargo, y antes de que comenzara la guerra del Golfo, se ofreció
a tener relaciones sexuales con el líder iraquí Saddam Hussein a
cambio de la paz en la región. “Era algo innovador: nadie pensaba así del amor,
del sexo, de la naturaleza. Nadie hacía política con el cuerpo (...)”, recordó en una entrevista el año
pasado.Cuauhtèmoc Blanco alcalde de Cuernavaca |
Cuauhtémoc
Blanco; “héroe nacional”
Me acordé de la Cicciolina, porque
ayer (30/1/18) me enteré de que el “Cuauh”, si nuestro “Cuauh” aquél de la “cuauhtemiña”,
será el candidato del “Peje” para la gubernatura del estado de Morelos.
Fue en 1998 cuando el “Cuauh” daría una gran actuación en la
tierra de los galos, siendo el principal productor de jugadas de peligro de su
equipo, además de anotar su primer gol en la historia de las Copas del Mundo. Desde
entonces es todo un “héroe nacional”.
También me acordé de que cuando Cuauhtémoc Blanco llegó a la
presidencia municipal de Cuernavaca a finales del 2016, hizo la pantomima de su
famosa “cuauhtemiña” con la que festejaba cada gol.
El Partido Social Demócrata (PSD) fue el más
feliz, pero también el gobernador Graco Ramírez, pues les alegraba la presencia
circense del jugador de futbol improvisado como político.
Para el
gobierno morelense y para la gente del PSD, la llegada de Blanco era una buena
oportunidad para sacarle jugo a la figura popular del deportista, porque además
de ser atractiva, su inexperiencia les prometía la posibilidad de manejar
millones de pesos del presupuesto de la ciudad capital y utilizarla de manera
electoralmente redituable entre la población. (Cfr. José Gil Olmos, Revista Proceso).
La Cicciolina:
libre, valiente y rebelde
No estoy muy seguro de que el futbol
y la pornografía gocen de grandes similitudes, pero de que ambas “disciplinas”
(o más bien negocios) resultan muy
populares, no cabe duda.
Me acordé de la Cicciolina, porque
por allá a mediados de los años 80 participábamos (y hablo en plural, porque
aquí incluyo a mi amigo Alejandro Oaxaca) en un Seminario de Filosofía Política
coordinado por el Dr. Luis Cervantes en la BUAP.
Y al caso de la Cicciolina le
dedicamos toda una sesión de cuatro horas. Pues resultó que de actriz porno
tenía muy poco ya que su actividad parlamentaria fue muy destacada: durante sus
cinco años en el Parlamento presentó doce proyectos de ley que incluían medidas
para introducir la educación sexual en las escuelas, realizar visitas
conyugales a los reclusos y prohibir la vivisección.
Y sí, fue cierto que la Cicciolina
durante sus campañas políticas (porque fueron varias) en los mítines, se
quitaba el sostén y enseñaba las tetas. Pero el hecho no tenía nada que ver con
el erotismo o con el porno: era todo un acto de valentía, de rebelión y de
libertad.
Muchos pensaron entonces que por
aquel desplante se había ganado el apelativo de Cicciolina, pero no
“cicciolina” es un diminutivo afectuoso que significa en italiano
coloquial “querida” o “queridísima, dicho desde la ternura, desde el fondo del
corazón”.
Sí el
“Cuauh” fuera candidato a la presidencia de la República por el PRI ganaría
Y el Cuauh, nuestro Cuauh ¿qué ha
hecho como alcalde de Cuernavaca? Bueno, pues no mucho. Ya bastante le ha
costado resistir el acoso del gobernador Graco. Vaya hasta una huelga de hambre
de 58 horas tuvo que hacer para que la Suprema Corte le otorgara la suspensión
del juicio político interpuesto por legisladores de Morelos.
Además en aquella ocasión el Cuauh
llamó a la “resistencia civil para sacar a Graco del gobierno del estado”. En
la asamblea estuvieron presentes el rector de la Universidad Alejandro Vera Jiménez
y el poeta Javier Sicilia, además de los líderes transportistas, de
organizaciones sociales y los comerciantes del Centro Histórico quienes
ofrecieron su respaldo al edil.
Y es que el Cuauh no es político, es
un técnico del futbol, y además es muy popular, muy querido por la mayoría de
los mexicanos. Y en esto se parece un poco a José Antonio Meade, que tampoco es
político y también es un técnico.
Y aquí vienen las diferencias Meade
es un “buen” técnico pero de las finanzas, aunque bastante despistado, porque
muchos gobernadores corruptos pasaron delante de sus narices y ni cuenta se
dio.
Pero tampoco es popular. Vaya, a
Meade muy pocos lo conocen y está muy distante del Cuauh en cuanto a lo de
“héroe nacional”; más bien sería una especie de antihéroe, por aquello de los
gasolinazos.
Y en cuanto a carisma, el Cuauh no
enseña la tetas como la Cicciolina, pero si sabe hacer la cuauhtemiña y eso
divierte a muchos. Y ya para rematar, Meade también carece de carisma. Habla
muy mal, muy apagado, suena falso e hipócrita. Además ni siquiera le sale bien
la sonrisa: no sabe sonreír, muestra una especie de mueca grotesca.
Al Peje todo
se le va dando con naturalidad
Y de todo esto ¿quién es el ganón?
Pues AMLO el “Peje” que está feliz de la vida. El Cuauh va a ganar Morelos y le
dará muchos votos al Peje. Ahora sí el Peje se puso las pilas y “pactó con el
diablo”. Dejó a un lado la pureza política y está decidido a ganar.
La Cicciolina fue una actriz porno
que destacó como una gran activista política. El Cuauh fue un gran futbolista
que no sabe mucho de política, pero que está aprendiendo y por lo visto también
está muy bien asesorado. Y a Meade ya nadie le cree que es un político impoluto: está resultando ser
un fanfarrón de la política, que alardea de lo que es y de lo que no es, en
especial de su honestidad.
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