miércoles, 20 de febrero de 2013

Las mujeres del 68: Mariposas en un mundo de palabras


Argelia González; buscadora de la historia de la participación femenil en el movimiento estudiantil de 1968, realiza un documental para darle voz y rostro a la mujer del 68.

Por Mónica V. Delgado*
opinion_monvade@hotmail.com

Marcha de las madres en apoyo a los estudiantes. Septiembre 1968
Beatriz Argelia  González García estudió las licenciaturas de Periodismo e Historia en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García y en la ENAH (Escuela Nacional de Antropología e Historia), respectivamente.

La tesis de su licenciatura  de Historia en la ENAH fue “El papel de las mujeres en el movimiento 68. De la fotografía a la historia”.

Realizó la maestría de “Comunicación para la acción política y social” en la Universidad Simón Bolívar, en la cual, su tesis se basó en un análisis hemerográfico de La Prensa para entender el papel de los medios de comunicación en la criminalización de la protesta estudiantil de 1968.

También se tituló de la maestría  “Historia Moderna y Contemporánea”  en el Instituto de Investigaciones “Dr. José Ma. Luis Mora”, investigando el enfoque periodístico de la Matanza Estudiantil de Tlatelolco de 1968 como construcción de  nota “roja” en las páginas policiacas.

Actualmente está en proceso de titulación del doctorado en Historia por la Facultad de Filosofía y Letras, con el tema: “La campaña de Luis Echeverría: legitimación de su andidatura después del movimiento estudiantil del 1968”.
Beatriz Argelia González García

-       ¿Cómo surge el interés por el tema de la participación femenil en el movimiento de 1968?

Mientras estudiaba Historia, llevé un seminario que se llamaba “Fotografía y Sociedad”, impartida por el doctor Alberto del Castillo, investigador del Instituto Mora (Instituto de Investigaciones “Dr. José Ma. Luis Mora”). El objetivo de éste (seminario) era proponernos a perder el miedo en trabajar con fuentes visuales,   relacionándonos con la iconografía, fotografía o vídeo. La temática principal de la materia era el fotoperiodismo como una manifestación de la imagen en procesos históricos.
El doctor Alberto me invita a participar en una investigación relacionada con el tema del 2 de octubre y me toca revisar la hemerografía durante un año y fue que empecé a darme cuenta, a través delas fotografías periodísticas, que en 1968 hubo participación masiva femenil, desde las abuelas, madres, hermanas, académicas,  estudiantes en apoyo a este movimiento.

Entonces, indago en la lectura de imagen, llevando una base de datos, dando como resultado, que de junio a octubre del 68, hay una recopilación de 500 fotografías del movimiento estudiantil, de las cuales, 60 representan la aparición de la mujer en las manifestaciones.

Entre el 22 y 30 de julio, la mujer participa escasamente, porque fueron enfrentamientos en las vocacionales, “El Bazucazo” en San Ildefonso, era apenas el comienzo del movimiento. Después del apoyo del rector Barros Sierra a los estudiantes, cuando se violenta la autonomía universitaria, la mujer se incorpora con mayor fuerza a éste (movimiento).

Sin embargo, noto un vacío historiográfico de género en el 68 y es este “vacío” que me impulsa a investigar nombres, rostros y descubro, por ejemplo, a Roberta Avendaño “La Tita” , Ana Ignacia Rodríguez Márquez “La Nacha” (estudiantes de la Facultad de Derecho y pertenecientes al Comité de su Facultad), Rina Lazo ( pintora guatemalteca), Cecilia Naranjo (estudiante de la vocacional 7), Mika Seeger ( hija del cantante estadunidense, Pete Seeger, intérprete de música de protesta, encarcelada bajo los cargos de líder comunista), por mencionar algunas.

-       Y la realización del documental Mariposas en un mundo de Palabras, ¿cómo inicia este proyecto?

Cuando me percaté de la poca información histórica de la mujer en el movimiento de 1968, decidí que tenía una responsabilidad como historiadora; recuperar las voces femeninas, los testimonios y darle un nuevo enfoque al 2 de octubre, una nueva forma de entenderlo, desde la participación de la mujer.

El documental es un proyecto totalmente independiente, con el apoyo de la cineasta Alicia García Cortés en la grabación de las entrevistas y el escritor Carlos Demián (hermano de la historiadora Argelia González García), quién nos cedió el nombre de su libro Mariposas en un mundo de palabras para el título de éste (documental) y ha estado colaborando en la estructura del guión.

Realizamos 40 entrevistas, por ahora, estamos en el proceso de la edición, esperamos que esté terminado para que sea proyectado en este 45 aniversario del movimiento: el 2 de octubre de 2013. Nos gustaría que fuera inaugurado en un espacio público: la Plaza de las Tres Culturas o en algún museo. Ha sido un trabajo colectivo, nuestras entrevistadas nos presentaron a sus amigas, conocidas, partícipes de las manifestaciones del 68.

El documental es un medio de construcción de conciencia social, de reivindicación de historia del género en la lucha socio-política. No se puede dejar el anonimato de personajes femeninos en un proceso histórico del país.

-       ¿Por qué el nombre del documental?
Cada vez que entrevistábamos a alguien, nos pudimos percatar que las mujeres habían vivido una transformación durante 4 meses de lucha.

Para ellas, el 68 fragmentó su vida, son unas antes y después del movimiento estudiantil. Son capullos naciendo junto con el movimiento, descubriendo su realidad dentro de su espacio privado: en casa, en temas de sexualidad, familia, ideologías conservadoras y su espacio público: entender la situación política de su país, 1968 les cambia la apertura de visión de su rol como mujer, ciudadana, ser social.

Después, se convierten en mariposas, apropiándose de su realidad en lo público y privado, mariposas que volaron entre mundos de palabras, rompiendo con la frontera del discurso de la iglesia, de la sociedad que la mujer no debía salir de casa.

-       Ahora que tiene mayor información del tema, ¿Cuál  cree que fue el rol de la mujer mexicana en el 68?

El papel que cumple la mujer en su participación es de solidaridad y camaradería. Las madres que sin ninguna formación política se involucran en el movimiento,  es debido a este sentimiento de protección y solidaridad por sus hijos (as), compartiendo un mismo interés: una búsqueda de justicia. La abuela, la hermana o la mamá se politizaron por ese vínculo solidario con el hijo o hija. Lo podemos notar, poco después, cuando se creó el Comité de Padres de Familia o por ejemplo, las estudiantes que planeaban y realizaban las brigadas para informar a la gente del movimiento, la colecta monetaria de la propaganda.

Pienso que la participación femenina en 1968 es un papel sociocultural: el abandono del espacio privado para inmiscuirse en lo público. Tanto madres como hijas estudiantes dejan la casa, las leyes familiares para enterarse de otra realidad externa.

-       La mujer protestando en la calle, ¿qué respuesta tuvo la sociedad mexicana del 68?

Las estudiantes del 68, durante y después de los sucesos políticos, hubo un contacto con la realidad, mientras que en las madres del 68, hubo una confrontación de la realidad. Por contacto quiero decir,  que sabían de la existencia una realidad ajena a la de casa, pero las manifestaciones en las calles, la criminalización de la protesta estudiantil provocó en las jóvenes un contacto más cercano. 

La confrontación fue para madres y abuelas, quiénes abrieron una visión del papel de la mujer como ciudadana, un ser social politizado. Más allá de la idea de mujer como madre.

La sociedad e instituciones lanzaban frases como: “Mujer que deja la cocina, descuida a sus hijos, es mala madre o abuela”, pero cuando se apropiaron de la calle como su espacio de manifestación, pudieron darse cuenta de que 68 fue para ellas un movimiento político, en lucha por la justicia, pero, también en lucha contra las ideas con las que crecieron.

-       ¿Había líderes femeninas?

No se alcanzó un liderazgo femenil  dentro del movimiento por cuestiones temporales.  Existían estudiantes que representaban a su escuela en el CNH (Consejo Nacional de Huelga), el máximo órgano del movimiento, por ejemplo “La Tita” (Roberta Avendaño) de la Facultad de Derecho o “La Nacha(Ana Ignacia Rodríguez Márquez) quién era parte del comité de  finanzas de la misma Facultad, pero cuando el movimiento comenzaba a construirse con mayor fuerza, nunca se imaginaron que sucedería una matanza, por lo cual, el tiempo no permitió el liderazgo de la mujer.

-       ¿Y las presas políticas?

“La Nacha”, “La Tita”, Rina Lazo, pintora guatemalteca,  discípula de Diego Rivera, casada con el muralista Arturo García, discípulo de Frida Khalo, ambos estaban en el Partido Comunista de México, y ella fue detenida arbitrariamente en su casa, por sus vínculos con los políticos del partido, así como Mika Seeger, la hija del cantante estadunidense de música de protesta.

Hay menos presas políticas, la mujer participaba en el apoyo a los presos (hombres) en Lecumberri. Yolanda Gaitán, por ejemplo, fue presidenta del Comité de La Liberación por los Presos Políticos de 1968. Su vínculo con la cárcel fue de altruismo o promotoras en la liberación de los presos políticos

-       Y a lo largo de la filmación de las entrevistas, ¿qué experiencia le ha dejado?

La de Cecilia Naranjo,  maestra del IPN (Instituto Politécnico Nacional), Economista. Estudiaba en la vocacional 7, antes ubicada en Tlatelolco, hija de una familia clase media-alta, familia conservadora, religiosa. Apoya a sus compañeros después de la infiltración de los policías en las vocacionales hasta que es herida en un pulmón y es internada en el Hospital “La Raza”, por lo cual no participa el 2 de octubre, pero ella cuenta, que desde su habitación se oyen los balazos y se ven los destellos de luz en el cielo.

Cuando ella es dada de alta, sus padres le tiran a la basura la propaganda que escondía debajo de su colchón, respecto a las movilizaciones, esa acción fue la fragmentación del recuerdo de las amistades que edificó durante las marchas, asambleas y algunas de éstas (amistades) ya no las volvió a ver después del 2 de octubre en Tlatelolco.

“En esta casa jamás se vuelve a mencionar algo del 68”, le dice su madre a Cecilia y desde los 15 años, no hablaba del tema. La experiencia de Cecilia es también mi experiencia como historiadora y buscadora de estos testimonios como parte de mi responsabilidad con ella y con la historia de este movimiento, con una perspectiva de género.


-       Ahora, ¿cómo podrías describir el 68, desde la visión de género de tu investigación?

Un movimiento aún con mitos, que debe ser indagado. Darle una re-lectura, nuevos enfoques. Mujeres pioneras que abrieron el espacio público a las nuevas generaciones.
El 68 desde la visión de género; un movimiento solidario, de compromiso, amor, protección, solidaridad.

-       Movimientos socio-políticos: la actual participación femenil.

La mujer continúa en una lucha constante, se siguen construyendo  procesos históricos femeninos en la apropiación de espacio, como el de la toma de sus propias decisiones en contextos políticos y sociales.


-       ¿Cuáles son tus futuros proyectos?

Por cuestiones de espacio-temporales, no podremos incluir completas las entrevistas, entonces, planeamos publicar un libro, en el cual, estén escritos todos los testimonios, para ser parte de apoyo en futuras investigaciones históricas de  género del Movimiento Estudiantil de 1968.

Manifestación. Septiembre 1968

*Estudiante de periodismo en la UNAM


2 comentarios:

  1. Deseo hablar contigo, asunto Rina Lazo, Mika Seeger, Rosaura Revueltas
    festejo de 60 anos de Sal de la Tierra
    Dorinda Moreno
    Santa Maria, CA
    805 934-3884

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    1. Hola, soy Mónica, la que realizó la entrevista. Le dejo mi correo: opinion_monvade@hotmail.com

      Saludos.

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