Argelia González; buscadora de la historia de la participación femenil en el movimiento estudiantil de 1968, realiza un documental para darle voz y rostro a la mujer del 68.
Por Mónica V. Delgado*
opinion_monvade@hotmail.com
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Marcha de las madres en apoyo a los estudiantes. Septiembre 1968 |
Beatriz Argelia González García estudió las licenciaturas de
Periodismo e Historia en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García y en la
ENAH (Escuela Nacional de Antropología e Historia), respectivamente.
La tesis de su licenciatura de Historia en la ENAH fue “El papel de las
mujeres en el movimiento 68. De la fotografía a la historia”.
Realizó la maestría de “Comunicación
para la acción política y social” en la Universidad Simón Bolívar, en la cual,
su tesis se basó en un análisis hemerográfico de La Prensa para entender el papel de los medios de comunicación en
la criminalización de la protesta estudiantil de 1968.
También se tituló de la maestría “Historia Moderna y Contemporánea” en el Instituto de Investigaciones “Dr. José
Ma. Luis Mora”, investigando el enfoque periodístico de la Matanza Estudiantil
de Tlatelolco de 1968 como construcción de
nota “roja” en las páginas policiacas.
Beatriz Argelia González García |
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¿Cómo surge el interés por el tema de
la participación femenil en el movimiento de 1968?
Mientras estudiaba Historia, llevé un
seminario que se llamaba “Fotografía y Sociedad”, impartida por el doctor
Alberto del Castillo, investigador del Instituto Mora (Instituto de
Investigaciones “Dr. José Ma. Luis Mora”). El objetivo de éste (seminario) era proponernos
a perder el miedo en trabajar con fuentes visuales, relacionándonos con la iconografía,
fotografía o vídeo. La temática principal de la materia era el fotoperiodismo
como una manifestación de la imagen en procesos históricos.
El doctor Alberto me invita a
participar en una investigación relacionada con el tema del 2 de octubre y me
toca revisar la hemerografía durante un año y fue que empecé a darme cuenta, a
través delas fotografías periodísticas, que en 1968 hubo participación masiva
femenil, desde las abuelas, madres, hermanas, académicas, estudiantes en apoyo a este movimiento.
Entonces, indago en la lectura de
imagen, llevando una base de datos, dando como resultado, que de junio a
octubre del 68, hay una recopilación de 500 fotografías del movimiento
estudiantil, de las cuales, 60 representan la aparición de la mujer en las
manifestaciones.
Entre el 22 y 30 de julio, la mujer
participa escasamente, porque fueron enfrentamientos en las vocacionales, “El
Bazucazo” en San Ildefonso, era apenas el comienzo del movimiento. Después del
apoyo del rector Barros Sierra a los estudiantes, cuando se violenta la
autonomía universitaria, la mujer se incorpora con mayor fuerza a éste
(movimiento).
Sin embargo, noto un vacío
historiográfico de género en el 68 y es este “vacío” que me impulsa a
investigar nombres, rostros y descubro, por ejemplo, a Roberta Avendaño “La
Tita” , Ana Ignacia Rodríguez Márquez “La
Nacha” (estudiantes de la Facultad de Derecho y pertenecientes al Comité de su
Facultad), Rina Lazo ( pintora guatemalteca), Cecilia Naranjo (estudiante de la
vocacional 7), Mika Seeger ( hija
del cantante estadunidense, Pete Seeger, intérprete de música de protesta,
encarcelada bajo los cargos de líder comunista), por mencionar algunas.
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Y la realización del documental Mariposas en un mundo de Palabras, ¿cómo
inicia este proyecto?
Cuando me percaté de la poca
información histórica de la mujer en el movimiento de 1968, decidí que tenía
una responsabilidad como historiadora; recuperar las voces femeninas, los
testimonios y darle un nuevo enfoque al 2 de octubre, una nueva forma de
entenderlo, desde la participación de la mujer.
El documental es un proyecto
totalmente independiente, con el apoyo de la cineasta Alicia García Cortés en
la grabación de las entrevistas y el escritor Carlos Demián (hermano de la
historiadora Argelia González García), quién nos cedió el nombre de su libro Mariposas en un mundo de palabras para
el título de éste (documental) y ha estado colaborando en la estructura del
guión.
Realizamos 40 entrevistas, por ahora,
estamos en el proceso de la edición, esperamos que esté terminado para que sea
proyectado en este 45 aniversario del movimiento: el 2 de octubre de 2013. Nos
gustaría que fuera inaugurado en un espacio público: la Plaza de las Tres
Culturas o en algún museo. Ha sido un trabajo colectivo, nuestras
entrevistadas nos presentaron a sus amigas, conocidas, partícipes de las
manifestaciones del 68.
El documental es un medio de
construcción de conciencia social, de reivindicación de historia del género en
la lucha socio-política. No se puede dejar el anonimato de personajes femeninos
en un proceso histórico del país.
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¿Por qué el nombre del documental?
Cada vez que entrevistábamos a
alguien, nos pudimos percatar que las mujeres habían vivido una transformación
durante 4 meses de lucha.
Para ellas, el 68 fragmentó su vida, son unas antes y después del movimiento estudiantil. Son capullos naciendo junto con el movimiento, descubriendo su realidad dentro de su espacio privado: en casa, en temas de sexualidad, familia, ideologías conservadoras y su espacio público: entender la situación política de su país, 1968 les cambia la apertura de visión de su rol como mujer, ciudadana, ser social.
Después, se convierten en mariposas, apropiándose de su realidad en lo público y privado, mariposas que volaron entre mundos de palabras, rompiendo con la frontera del discurso de la iglesia, de la sociedad que la mujer no debía salir de casa.
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Ahora que tiene mayor información del
tema, ¿Cuál cree que fue el rol de la
mujer mexicana en el 68?
El papel que cumple la mujer en su
participación es de solidaridad y camaradería. Las madres que sin ninguna
formación política se involucran en el movimiento, es debido a este sentimiento de protección y
solidaridad por sus hijos (as), compartiendo un mismo interés: una búsqueda de
justicia. La abuela, la hermana o la mamá se politizaron por ese vínculo
solidario con el hijo o hija. Lo podemos notar, poco después, cuando se creó el
Comité de Padres de Familia o por ejemplo, las estudiantes que planeaban y
realizaban las brigadas para informar a la gente del movimiento, la colecta
monetaria de la propaganda.
Pienso que la participación femenina
en 1968 es un papel sociocultural: el abandono del espacio privado para
inmiscuirse en lo público. Tanto madres como hijas estudiantes dejan la casa,
las leyes familiares para enterarse de otra realidad externa.
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La mujer protestando en la calle, ¿qué
respuesta tuvo la sociedad mexicana del 68?
Las estudiantes del 68, durante y
después de los sucesos políticos, hubo un contacto con la realidad, mientras
que en las madres del 68, hubo una confrontación de la realidad. Por contacto
quiero decir, que sabían de la
existencia una realidad ajena a la de casa, pero las manifestaciones en las
calles, la criminalización de la protesta estudiantil provocó en las jóvenes un
contacto más cercano.
La confrontación fue para madres y abuelas, quiénes abrieron una visión del papel de la mujer como ciudadana, un ser social politizado. Más allá de la idea de mujer como madre.
La confrontación fue para madres y abuelas, quiénes abrieron una visión del papel de la mujer como ciudadana, un ser social politizado. Más allá de la idea de mujer como madre.
La sociedad e instituciones lanzaban
frases como: “Mujer que deja la cocina, descuida a sus hijos, es mala madre o
abuela”, pero cuando se apropiaron de la calle como su espacio de manifestación,
pudieron darse cuenta de que 68 fue para ellas un movimiento político, en lucha
por la justicia, pero, también en lucha contra las ideas con las que crecieron.
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¿Había líderes femeninas?
No se alcanzó un liderazgo
femenil dentro del movimiento por
cuestiones temporales. Existían
estudiantes que representaban a su escuela en el CNH (Consejo Nacional de
Huelga), el máximo órgano del movimiento, por ejemplo “La Tita” (Roberta
Avendaño) de la Facultad de Derecho o “La Nacha” (Ana Ignacia Rodríguez Márquez) quién era parte del comité
de finanzas de la misma Facultad, pero
cuando el movimiento comenzaba a construirse con mayor fuerza, nunca se
imaginaron que sucedería una matanza, por lo cual, el tiempo no permitió el
liderazgo de la mujer.
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¿Y las presas políticas?
“La Nacha”, “La Tita”, Rina Lazo,
pintora guatemalteca, discípula de Diego
Rivera, casada con el muralista Arturo García, discípulo de Frida Khalo, ambos
estaban en el Partido Comunista de México, y ella fue detenida arbitrariamente
en su casa, por sus vínculos con los políticos del partido, así como Mika
Seeger, la hija del cantante
estadunidense de música de protesta.
Hay menos presas políticas, la mujer
participaba en el apoyo a los presos (hombres) en Lecumberri. Yolanda Gaitán, por
ejemplo, fue presidenta del Comité de La Liberación por los Presos Políticos de
1968. Su vínculo con la cárcel fue de
altruismo o promotoras en la liberación de los presos políticos
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Y a lo largo de la filmación de las
entrevistas, ¿qué experiencia le ha dejado?
La de Cecilia Naranjo, maestra del IPN (Instituto Politécnico
Nacional), Economista. Estudiaba en la vocacional 7, antes
ubicada en Tlatelolco, hija de una familia clase media-alta, familia
conservadora, religiosa. Apoya a sus compañeros después de la infiltración de
los policías en las vocacionales hasta que es herida en un pulmón y es
internada en el Hospital “La Raza”, por lo cual no participa el 2 de octubre,
pero ella cuenta, que desde su habitación se oyen los balazos y se ven los
destellos de luz en el cielo.
Cuando ella es dada de alta, sus
padres le tiran a la basura la propaganda que escondía debajo de su colchón,
respecto a las movilizaciones, esa acción fue la fragmentación del recuerdo de
las amistades que edificó durante las marchas, asambleas y algunas de éstas
(amistades) ya no las volvió a ver después del 2 de octubre en Tlatelolco.
“En esta casa jamás se vuelve a mencionar algo del 68”, le dice su madre a Cecilia y desde los 15 años, no hablaba del tema. La experiencia de Cecilia es también mi experiencia como historiadora y buscadora de estos testimonios como parte de mi responsabilidad con ella y con la historia de este movimiento, con una perspectiva de género.
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Ahora, ¿cómo podrías describir el 68,
desde la visión de género de tu investigación?
Un movimiento aún con mitos, que debe
ser indagado. Darle una re-lectura, nuevos enfoques. Mujeres pioneras que abrieron el
espacio público a las nuevas generaciones.
El 68 desde la visión de género; un movimiento
solidario, de compromiso, amor, protección, solidaridad.
La mujer continúa en una lucha
constante, se siguen construyendo procesos
históricos femeninos en la apropiación de espacio, como el de la toma de sus
propias decisiones en contextos políticos y sociales.
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¿Cuáles son tus futuros proyectos?
Por cuestiones de espacio-temporales,
no podremos incluir completas las entrevistas, entonces, planeamos publicar un
libro, en el cual, estén escritos todos los testimonios, para ser parte de
apoyo en futuras investigaciones históricas de
género del Movimiento Estudiantil de 1968.
Manifestación. Septiembre 1968 |
*Estudiante de periodismo en la UNAM
Deseo hablar contigo, asunto Rina Lazo, Mika Seeger, Rosaura Revueltas
ResponderEliminarfestejo de 60 anos de Sal de la Tierra
Dorinda Moreno
Santa Maria, CA
805 934-3884
Hola, soy Mónica, la que realizó la entrevista. Le dejo mi correo: opinion_monvade@hotmail.com
EliminarSaludos.