sábado, 23 de agosto de 2014

Ante la “modernidad fallida”… Tlatelolco existe porque resiste

Por Héctor Márquez Zermeño


Ø  Tlatelolco se  planeó desde una perspectiva arquitectónica y urbanista que asombrara por su magnitud, impacto y modernidad, dejando de lado, a los seres humanos que la habitamos: Miguel Ángel Mares
Ø  Una comunidad tan diversa como Tlatelolco debe ser incluyente, esto es, deben caber y se deben respetar todas las formas de pensamiento de quienes lo habitan.
  
De izquierda a derecha Sergio Saavedra Gtz, Germán Siman, Héctor Márquez, Hebert Villafán, y Javier 
En la pasada colaboración de Vivir en Tlatelolco comente sobre la posición de antropólogos y sociólogos frente a las mega obras sexenales –como Tlatelolco- que el artista Thomas Glassford denominó la “modernidad fallida”, dentro del ciclo de conferencias y charlas de Arquitectura, Urbanismo y Vida Cotidiana, llevadas a cabo en el Centro Cultural Tlatelolco de la UNAM. Y en las que el antropólogo social, Miguel Ángel Mares, expuso que Tlatelolco se  planeó desde una perspectiva arquitectónica y urbanista que asombrara por su magnitud, impacto y modernidad, dejando de lado, a los seres humanos que viven ahí.

Se pueden plantear varios casos en los que la sociedad civil organizada ha rebasado a las autoridades del gobierno para resolver u apoyar cuando se presenta una situación de emergencia, igual ocurre cuando la planeación no es la adecuada o resulta insuficiente ante proyectos a los que se les debe dar seguimiento, esto es, como se denominan actualmente “sustentables”.

Lo anterior viene a cuentas, porque aunque los seres humanos no fueron una pieza fundamental en mega obras como la unidad habitacional Nonoalco Tlatelolco, la comunidad misma ha desarrollado fuertes vínculos y del montón de asfalto, tierra y árboles han brotado lazos de unión entre los tlatelolcas, muestra de ello es la reunión celebrada el pasado sábado 12 de julio en el salón de usos múltiples del deportivo “5 de Mayo” en la que vecinos del cuadro conocido como Los Miserables ubicado entre los edificios Pípila, Jiménez, Vicente Guerrero y Aldama, se encontraron una vez más para departir, platicar y recordar los tiempos vividos en el barrio contrariamente a lo pensado por los urbanistas de la época en que se creó.
Reunión celebrada en Deportivo 5 de Mayo
Para quienes no viven o tienen poco tiempo de vivir en Tlatelolco, “los cuadros” es el equivalente a decir en cualquier colonia “la cuadra”, que identifica a los habitantes de una calle y en donde se reúne la “palomilla y/o la banda”. En el caso de Los Miserables (antes denominado Cultivadores) algunos seguimos viviendo en la unidad, otros en otras colonias, así como en el interior de la República y otros más han emigrado al american way of life (los frijoleros como les dice Edmundo Nuñez promotor –entre otros- de las convivencias). Sin embargo esto no ha impedido que siga habiendo comunicación entre todos que, también hay que reconocerlo, la tecnología ha contribuido a ello para seguir construyendo comunidad como dirían los amigos Mike y Fonseca.

Resulta interesante tratar de encontrar el origen en la denominación de algunos cuadros toda vez que ello nos lleva a afirmar que si existe arraigo al barrio y tal situación obedece a las relaciones que se presentaron y se presentan entre los tlatelolcas. En este sentido, hay quienes comentan que el origen de Los Miserables, se debió a una película mexicana llamada el Valle de los Misarables, en la que se plantea que quien pase por ese valle puede ser asaltado o se expone a un atentado contra su vida por parte de quienes lo habitan… claro que en sentido figurado (hay otras versiones que sería interesante conocer).

Al poniente del citado cuadro, se encuentra el de Los Ermitaños ubicado entre los edificios Pedro Moreno y los Issstes 1, 2 y 3, denominado así –dicen- por encontrarse dividido por dos grandes jardines lo cual lo separa un poco de los demás edificios en la primera sección. Hasta aquí haría un paréntesis para invitar a la comunidad tlatelolca para que nos hagan llegar versiones con sus propias pinceladas de sus cuadros.
 
Manta elaborada para la primeras reuniones
Una comunidad tan diversa como Tlatelolco debe ser incluyente, esto es, deben caber y se deben respetar todas las formas de pensamiento para que podamos organizarnos y convivir mejor, dejar de lado los intereses personales y de grupo y por ningún motivo promover o provocar el enfrentamiento entre vecinos.

La magna obra arquitectónica que durante años fue apapachada por el gobierno federal y que dejo en el desamparo, recayendo la responsabilidad en sus habitantes, los cuales nos encontramos con un “Frankenstein” que quedo abandonado a su suerte como lo expuso Miguel Márez. Ahora dichos habitantes tenemos que dejar de lado la apatía y la indiferencia afín de que preservemos nuestro patrimonio y mejoremos nuestra calidad de vida.

Hasta la próxima y resistamos civilizada y pacíficamente, para mejorar nuestro entorno

1 comentario:

  1. Excelente Articulo Hector. vivi muchos anos en Tlatelolco Justamente en el cuadro que denominas ermitano. Excelente recuerdos..!!!

    ResponderEliminar