viernes, 15 de agosto de 2014

Nuevos partidos políticos: ¿avance democrático?

Aurelio Cuevas (Sociólogo)


Nuevos partidos políticos: ¿avance democrático? 
Poco antes de concluir el mayor evento futbolístico mundial y en medio del “debate legislativo” (¿?) en torno de las nuevas leyes de telecomunicaciones y energéticas en nuestro país, se hizo el anuncio oficial del registro de tres nuevos partidos políticos para participar en las elecciones federales del año venidero. Tales agrupaciones son el Movimiento de Regeneración Nacional (conocido como MORENA y cuya cabeza es Andrés M. López Obrador), el Partido Encuentro Social (dirigido por Hugo E. Flores Cervantes, defensor de los presos a causa de la matanza de Acteal, en Chiapas, hacia fines de 1997) y el Frente Humanista (bajo el liderazgo de Ignacio Irys, dirigente campesino escindido del Partido Revolucionario Institucional).   

Dichas formaciones están condicionadas a obtener el 3% de los votos totales en los comicios federales del 2015 para seguir con derecho de registro ante el Instituto Nacional Electoral (INE). Interesa ver qué posibilidades se dibujan para cada una de ellas de afianzarse en el sistema electoral hasta 2018, último año del sexenio peñista. Empecemos por una aproximación a los datos oficiales: MORENA fue la única agrupación que efectuó 30 asambleas estatales de afiliación reconocidas como válidas por el INE; tal organización superó con creces el mínimo de presencia nacional requerido por la ley: contar con 3 mil miembros en 20 entidades del país.

Por lo que atañe a los partidos Encuentro Social (PES) y Frente Humanista (FH), que realizaron asambleas validadas por el INE en cada uno de los 300 distritos electorales federales, el primero las hizo en 236 (79%) y el segundo en 211 (70%). Cabe apuntar que la normatividad vigente señala que deben ser avaladas por lo menos asambleas en 200 distritos (dos terceras partes del total) para que un partido obtenga su registro.

En consonancia con las cifras del INE la formación obradorista cuenta con casi medio millón de afiliados, el PES acreditó poco más de 300 mil y el FH integró 271 mil “militantes”; se aprecia así que casi la mitad (46%) del total de afiliados en los tres partidos corresponde a las filas de MORENA. Este hecho junto con el ya mencionado de que este partido tiene presencia en toda la república (con excepción de los estados de Nuevo León y Baja California Sur) permite hacer un pronóstico favorable a su prueba de fuego en las elecciones del 2015.   
  
Por otro lado el INE declaró que en lo que resta del 2014 a los tres nuevos partidos se les otorgará un subsidio público total de 108.9 millones de pesos, cantidad que se dividirá en partes iguales dando como resultado que a cada partido se le den 36.3 millones de pesos. Dentro de este esquema el presupuesto del INE en este año no se incrementó, lo cual permite pensar que el gobierno peñista no solo anticipó el incremento de los partidos con registro, sino también la necesidad de hacer un contrapeso a MORENA con la inclusión de agrupaciones con una ideología y base social difusas.

Es algo consabido que la cultura política nacional  está atravesada por los liderazgos caudillistas y la promoción del clientelismo. Abundan las críticas de que, en lugar de introducir oxígeno a la vida democrática del país, los partidos recién registrados entregaron despensas y dinero para integrar su membrecía, lo cual no es aliciente para el empoderamiento social (sea ciudadano, comunitario, de género o de otro tipo). El escenario electoral del 2015 está montado. ¿Qué tan politizada será la conducta del votante real?

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