Aurelio Cuevas
(Sociólogo)
Nuevos partidos políticos: ¿avance democrático? |
Poco
antes de concluir el mayor evento futbolístico mundial y en medio del “debate
legislativo” (¿?) en torno de las nuevas leyes de telecomunicaciones y
energéticas en nuestro país, se hizo el anuncio oficial del registro de tres
nuevos partidos políticos para participar en las elecciones federales del año
venidero. Tales agrupaciones son el Movimiento de Regeneración Nacional (conocido
como MORENA y cuya cabeza es Andrés M. López Obrador), el Partido Encuentro
Social (dirigido por Hugo E. Flores Cervantes, defensor de los presos a causa
de la matanza de Acteal, en Chiapas, hacia fines de 1997) y el Frente Humanista
(bajo el liderazgo de Ignacio Irys, dirigente campesino escindido del Partido
Revolucionario Institucional).
Dichas
formaciones están condicionadas a obtener el 3% de los votos totales en los
comicios federales del 2015 para seguir con derecho de registro ante el
Instituto Nacional Electoral (INE). Interesa ver qué posibilidades se dibujan para
cada una de ellas de afianzarse en el sistema electoral hasta 2018, último año del
sexenio peñista. Empecemos por una aproximación a los datos oficiales: MORENA
fue la única agrupación que efectuó 30 asambleas estatales de afiliación
reconocidas como válidas por el INE; tal organización superó con creces el
mínimo de presencia nacional requerido por la ley: contar con 3 mil miembros en
20 entidades del país.
Por
lo que atañe a los partidos Encuentro Social (PES) y Frente Humanista (FH), que
realizaron asambleas validadas por el INE en cada uno de los 300 distritos
electorales federales, el primero las hizo en 236 (79%) y el segundo en 211 (70%).
Cabe apuntar que la normatividad vigente señala que deben ser avaladas por lo
menos asambleas en 200 distritos (dos terceras partes del total) para que un
partido obtenga su registro.
En
consonancia con las cifras del INE la formación obradorista cuenta con casi
medio millón de afiliados, el PES acreditó poco más de 300 mil y el FH integró
271 mil “militantes”; se aprecia así que casi la mitad (46%) del total de
afiliados en los tres partidos corresponde a las filas de MORENA. Este hecho junto
con el ya mencionado de que este partido tiene presencia en toda la república (con
excepción de los estados de Nuevo León y Baja California Sur) permite hacer un
pronóstico favorable a su prueba de fuego en las elecciones del 2015.
Por
otro lado el INE declaró que en lo que resta del 2014 a los tres nuevos partidos
se les otorgará un subsidio público total de 108.9 millones de pesos, cantidad que
se dividirá en partes iguales dando como resultado que a cada partido se le den
36.3 millones de pesos. Dentro de este esquema el presupuesto del INE en este
año no se incrementó, lo cual permite pensar que el gobierno peñista no solo
anticipó el incremento de los partidos con registro, sino también la necesidad
de hacer un contrapeso a MORENA con la inclusión de agrupaciones con una ideología
y base social difusas.
Es
algo consabido que la cultura política nacional
está atravesada por los liderazgos caudillistas y la promoción del
clientelismo. Abundan las críticas de que, en lugar de introducir oxígeno a la
vida democrática del país, los partidos recién registrados entregaron despensas
y dinero para integrar su membrecía, lo cual no es aliciente para el
empoderamiento social (sea ciudadano, comunitario, de género o de otro tipo).
El escenario electoral del 2015 está montado. ¿Qué tan politizada será la
conducta del votante real?
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