Alejandro
Mario Fonseca
Hoy en la mañana (29/11/17) mientras
esperaba la hora de mi clase de yoga, escuché en la radio una entrevista que le
hizo Pascual Beltrán del Río, del grupo Imagen (en Puebla 105.1 de F M) al flamante
candidato del PRI a la presidencia de la República, José Antonio Meade.
Se trató de una entrevista “a modo”
en la que el comentarista Beltrán, que normalmente es muy crítico con los
políticos del PRI y mucho más con los de Morena y del PRD, trató con mucha
suavidad al candidato; nunca lo interpeló ni lo provocó como suele hacerlo con
sus entrevistados.
Le preguntó en términos muy generales
sobre la seguridad, la corrupción, la política económica, el populismo.… Tenía
yo una gran expectación por lo que iba a decir Meade, pero muy pronto me
decepcionó.
Yo esperaba por lo menos escuchar
estrategias generales para sacar a México de la profunda crisis que vivimos.
Pero no, no escuché ninguna respuesta concreta, ninguna autocrítica, ningún
concepto claro. Pura retórica superficial, frases huecas, respuestas a medias;
en suma demagogia, pura demagogia de la mala, de la peor.
En definitiva no ha sido entrenado
como político. Carece de discurso propio, claro, decidido. Es más, su tono de
voz es apagado, tímido, hasta ingenuo: suena inseguro.
En seguida busqué en Facebook fotografías del candidato y
observé con detenimiento que su imagen refleja nítidamente lo que acababa de
escuchar en la radio: un burócrata, un alto funcionario si usted quiere,
carente de templanza, de carácter.
José Antonio Meade Kuribreña y Enrique Peña Nieto tras el destape. Foto: Sopitas.com |
¿Qué es un
tecnócrata?
El término tecnocracia significa
literalmente «gobierno de los técnicos» y se deriva de los
vocablos griegos τέχνη (tékhnē, «arte, técnica») y κράτος (krátos,
«poder, dominio, gobierno»).
Diversos tecnócratas han identificado
su postura con el uso del método científico para resolver los
problemas de la política. En vez de basar sus decisiones en convicciones
ideológicas, se favorece la acción orientada a resultados y basada en
datos empíricos.
El tecnócrata es (o se asocia con) un
científico o ingeniero. El término tecnocracia fue originalmente utilizado para
designar la aplicación del método científico a la resolución de problemas
sociales, en contraposición a los enfoques económicos, políticos o filosóficos
tradicionales.
Saint-Simon es el primero que propone
para el poder político a aquellos que, en su época, dirigen el proceso de
transformación económica en Francia, los dirigentes industriales y los
técnicos; augurando el reemplazo de la política por la ciencia de la
producción, el «gobierno de los hombres» por «la administración de las cosas».
La ideología
tecnocrática
Por los mismos derroteros circula
otro filósofo y sociólogo francés, Auguste Comte (1798-1857).
Contemplando la sociedad industrial, científica y tecnológica como fruto de
toda la historia universal, saca la conclusión de la necesidad de una dirección
tecnológica y no política de la sociedad.
La ideología tecnocrática se fundamenta en una
concepción del radio de acción y del método de la ciencia, de las relaciones
entre la ciencia y la técnica y del papel social de la técnica, según la cual
es real solamente aquello que es cuantificable, comprobable empíricamente y
manipulable.
Por lo tanto, todo aspecto de la
realidad, incluso de la realidad socio-política, es investigable con los
instrumentos de las ciencias exactas. De esta manera, según la visión moderna
de la indisoluble relación existente entre la investigación teórica (la
ciencia) y el dominio sobre el objeto investigado (la técnica), es esta la que
tendría una función de experimentación y de dirección social y política.
¿Quién es
José Antonio Meade?
José Antonio Meade Kuribreña (Ciudad de
México, 27 de febrero de 1969) es
un político mexicano. Fue Secretario de Hacienda y Crédito Público del
7 de septiembre de 2016 al 27 de noviembre del 2017 en el gabinete de
Enrique Peña Nieto; anteriormente fue secretario de Desarrollo Social y
secretario de Relaciones Exteriores.
Durante el período presidencial
de Felipe Calderón Hinojosa fungió, también, como Secretario de
Energía y Secretario de Hacienda y Crédito Público, respectivamente.
El mismo día que dimitió al cargo de Secretario de Hacienda, hizo pública
su aspiración para ser el candidato presidencial del PRI para
los comicios de 2018.
Se graduó en la licenciatura en
Economía del Instituto Tecnológico Autónomo de México con mención
honorífica. Su tesis “El seguro de vida en México: El impacto de la seguridad
social y el tratamiento fiscal sobre los planes de pensiones privados”. También
es licenciado en Derecho por la Facultad de Derecho de la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM).
En 1997, José Antonio Meade obtuvo el
doctorado en Economía por la Universidad de Yale, donde especializó sus
estudios en Finanzas Públicas y Economía Internacional con la tesis “The
Economics of Sentencing Guidelines: Evidence of Federal Fraud Offenders”.
En el ámbito docente, ha sido
Profesor de Economía en el ITAM y en la Universidad de Yale. Ha
publicado diversos artículos en temas de Microeconomía y Análisis Económico del
Derecho. (Cfr. Wikipedia)
¿Dónde está
la trampa?
Sé que para muchos, sobre todo para
los que ven el quehacer político como algo sucio, como sinónimo de abuzo y corrupción,
como una maldición, el hecho de que el dedo de Peña haya apuntado hacia un “tecnócrata”
resulta una bendición, casi casi la salvación de México.
Pero resulta que José Antonio Meade no es un tecnócrata. Es economista
y con doctorado, y también es abogado. Y la economía, al igual que la
sociología y la ciencia política son ciencias sociales y por lo tanto están más
cercanas a la filosofía y a la historia que a las ciencias naturales o exactas.
Los seres humanos no somos ratones de
laboratorio sobre los cuáles el científico puede experimentar libremente. No,
cuando un economista toma una decisión que afecta a millones de seres humanos,
la tiene que tomar, si basándose en números, pero sobre todo con
responsabilidad.
Y la responsabilidad la da el
conocimiento de la historia, pero también de la moral y de la ética. Materias
en las que nuestra clase política ha demostrado reiteradamente su ignorancia.
En todo caso José Antonio Meade ha
resultado ser un “buen técnico” de las finanzas públicas, fiel a sus jefes
políticos. Pero también un político mediocre, falto de templanza y de carácter
para la gran tarea que significa enderezar a México.
No hay comentarios:
Publicar un comentario