Alejandro Mario Fonseca
Las elecciones más complicadas de la
historia del México moderno, ya están a la vista. Más pronto de lo que estamos
acostumbrados, van a ocurrir: las campañas van a ser cortas pero intensas. Por
el momento ya tenemos tres finalistas; de los independientes al parecer el
“Bronco” será el único que se cuele.
Y si se llegara a colar la Señora
Zavala, la contienda aun cuando sea entre cinco, los que se perfilan con
posibilidades reales de ganar son Andrés Manuel López Obrador, Ricardo Anaya y
José Antonio Meade. En ese orden.
AMLO, es el primero de la lista, ya que se mantiene desde hace rato como puntero en casi
todas las encuestas. Su campaña ha sido larga, ¿cuánto tiempo lleva en ella?
Por lo menos 13 años. Y por lo que se ve es el candidato a vencer. Todos sus
oponentes están enfocando sus baterías contra él.
Los argumentos no han variado. En su
contra destacan los abusos y la corrupción de sus colaboradores cuando fue Jefe
de Gobierno de la Ciudad de México. Bejarano el señor de las clientelas, pero
también “el señor de las ligas”, Ponce (quien entonces era su Tesorero) y
Carlos Imaz, del que no me acuerdo en qué puesto estaba.
Y recuerdo el tema, porque no hay que
olvidar que por mucho que AMLO sea honrado, siempre va a estar rodeado de
oportunistas. Ya muchos ex priistas se han colado entre sus huestes y no creo
que por arte de magia se vuelvan honrados.
¿Quién resultó ser un peligro para México? |
Morena sigue
atrayendo una gran variedad de personalidades y grupos
También opera en contra de AMLO su
falta de estructura. Y es precisamente en este tema en el que los ex priistas
lo están ayudando. Además continua, para bien y para mal, el flujo de otros
partidos hacia MORENA, sobre todo del PRD. Pero también de los demás partidos e
incluso de grupos confesionales como el Partido Encuentro Social (PES), que se
le sumo enterito.
Sobre este último partido han surgido
muchas inconformidades, de la propia militancia de MORENA. Destacando algunas
personalidades importantes como el caso de Elenita Poniatowska.
¿Cómo es posible que a estas alturas
del siglo XXI se siga identificando a los grupos religiosos con la derecha
extrema? Por lo que entiendo los del PES deben su origen a grupos de cristianos
evangélicos y sí, han sido aliados del PAN en varias elecciones, pero eso no
los convierte en ultra derechistas.
No estoy muy seguro, pero como buen
tabasqueño AMLO debe haber crecido en un ambiente dominado por la ideología de
las sectas cristianas que han proliferado en su tierra. Por eso no me extraña que
ahora se entienda bien con ellos.
Además no son pocas las sectas
cristianas que siguen los preceptos cristianos con mucho más rigor que muchos
católicos, aunque estos últimos se resistan a aceptarlo. Y por último AMLO, hay
que recordarlo, visto con cuidado, es una especie rara de político con rasgos de profeta consumado.
¿Cuauhtémoc
Blanco para gobernador de Morelos?
Pero hay otro aspecto de la cargada
hacia MORENA que sí me inquieta mucho. La noticia es desconcertante: “El líder nacional del Partido Encuentro
Social (PES), Hugo Eric Flores, aseguró que su organización
considera que la coalición anunciada este miércoles con Morena y el PT terminará por consolidar la
candidatura de Cuauhtémoc Blanco para contender por el gobierno del
estado de Morelos”.
Y es que si se llegara a consumar
dicha propuesta, estaríamos ahora sí, ante un AMLO que de verdad quiere ganar.
Al principio no creí la noticia, pero cuando la vi publicada en el diario Reforma, me causó una serie de
sentimientos encontrados: risa y preocupación.
Y ya después, reflexionando sobre el
hecho, me cayó el veinte. El futbolista Blanco le va a dar muchos votos a AMLO
y bien a bien visto no es tan peligroso ni tan tonto, ya lo demostró en la
alcaldía de Cuernavaca, donde ni Graco con todo y su colmillo bien retorcido,
pudo con él. Sería una especie de gobernador decorativo, mientras que la
administración de los asuntos públicos del estado recaería en asesores afines a
AMLO.
El fantasma
del populismo recorre Latinoamérica
Bueno, pero a dónde quiero llegar con
este recuento de los desaciertos y aciertos del Peje. Al tema de su
peligrosidad. Todos sus adversarios están poniendo el grito en el cielo: “es
peligroso, quiere convertir a México en otra Venezuela”.
No se trata de una fanfarronada nueva,
ni tampoco México es el único país latinoamericano en el que un candidato
fuerte de izquierda es etiquetado como “chavista”. El ejemplo más claro lo
tenemos en Chile, donde la derecha acaba de ganar las elecciones por escaso
margen, utilizando el fantasma de Chávez para meterle miedo a los electores.
“El candidato Guillier se parece cada
día más a Maduro. Cada día más violento, más errático, más populista, más
demagogo. Yo me pregunto además a donde nos lleva ese camino”, atacó el
candidato conservador chileno Sebastián Piñera al abanderado oficialista,
Alejandro Guillier. (Reforma)
Guillier representaba la continuidad
del gobierno de “izquierda” de Michelle Bachelet. Un gobierno que más que de
izquierda resultó “liberal humanista”. Hábilmente Piñera engañó a los chilenos
con el fantasma del populismo. Sí, aunque nos resulte difícil creerlo, el país
más culto de Latinoamérica acaba de caer en la trampa de la guerra sucia
electoral.
El verdadero
peligro de AMLO no está en su populismo, sino en su egocentrismo
AMLO
se perfila como el candidato más firme para ganar las elecciones del
2018. Pero no tanto por su habilidad política, sino por la terrible situación
de pobreza e inseguridad en que viven más de la mitad de los mexicanos.
Y es que vivimos en un régimen
político de democracia simulada en el que la clase política se niega a
renunciar a los lujos y la abundancia basados en gran medida en la corrupción, a
lo que ya se acostumbró desde hace varias décadas.
Se trata de una herencia que viene de
los primeros gobiernos priistas, pero desde el salinato se ha exacerbado y los
gobiernos panistas no hicieron otra cosa más que engranarse a una maquinaria de
abuso y corrupción ya muy desgastada.
El verdadero problema de AMLO no es
su populismo. Se ha fortalecido porque ha sido candidato varias veces y su
mensaje central se centra en la denuncia de la corrupción. El problema de fondo
es que existe incertidumbre acerca de qué hará ya como presidente un personaje
tan egocéntrico.
Y es que nadie sabe realmente que va
hacer cuándo llegue al poder. De allí la importancia de saber quiénes van a ser
sus principales colaboradores. Y al parecer, a pesar de su robusto ego, esto lo
tiene muy presente y ya empezó a dar algunos nombres de sus futuros
colaboradores.
Y los nombres que dio significan un
buen inicio de campaña electoral final. A quiénes propone, ya lo veremos con
calma. Esperemos que siga por ese camino. ¿Qué tal?
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