Por Félix Carbajal Juárez
Al definirse los precandidatos, de
los tres principales partidos políticos y sus aliados, que serán los candidatos
a la presidencia de la república, tan pronto se inicie el período determinado
por el INE, se ha iniciado la oferta de la compra de votos, por los candidatos
de MORENA Y ACCION NACIONAL (PAN), a través de la venta de ilusiones. Un mero
intercambio o un trueque para usar una palabra de moda.
El primero en hacer pública su oferta, fue
Andrés Manuel, de Morena. Un gasto del erario público de $318,000’000,000.00
(trescientos diez y ocho mil millones de pesos, moneda nacional). Si la cifra
es difícil de leer, imagine la cantidad de billetes y el espacio necesario para
almacenarlos. Algo así como una casa de Infonavit completa. Y, ¿Qué
recibiríamos a cambio los contribuyentes, de los beneficiarios de este
cuantioso gasto?… Nada.Votos… a subasta? |
¡Ah!, pero ya iniciadas las ofertas,
Ricardo Anaya, candidato del PAN, PRD Y MC. El llamado frente, superó la Oferta
de Andrés Manuel, anunciando que de ser el elegido para presidente de la
República, asignaría una renta mensual para cada mexicano. Si la oferta de
Andrés Manuel, suena utópica, la de Ricardo Anaya, resulta un sueño como en los
cuentos de Hadas.
Pero como dice el viejo dicho “prometer no cuesta nada. Dar es
lo que aniquila” y si además los recursos no son propios, aplica otro proverbio
“hágase la voluntad de Dios en los bueyes de mi compadre” y, luego nos preguntamos,
porqué la mayoría de la población mexicana se mantiene en la pobreza y, nos
ubican, como los menos productivos en el aspecto laboral.
La otra información que sobresale es
la publicación del presunto gabinete de López Obrador, de llegar a la presidencia
de la República y que al presentarlo lo comparó con el de Benito Juárez y lo
definió como el mejor de la época moderna. Al analizarlo, encontramos una
mezcla plagada de individuos con títulos académicos que mas parecieran becarios
que han hecho del estudio su forma habitual de ingreso a costa del erario
mexicano y, los que han desarrollado puestos públicos, son en áreas totalmente
diferentes a las que tendrían que desarrollar. Ejemplo: Olga, la ex
magistrada, propuesta para ser la Secretaria de Gobernación.
Se hizo
famosa por dejar en libertad, por supuestas fallas en el debido proceso, a la
francesa sentenciada por secuestradora de mexicanos, argumentando su
internacionalización en la toma de decisiones. ¿Y los mexicanos secuestrados…?,
bien gracias. La Delincuencia Organizada, tendrá una buena “oponente” en la
mesa de negociaciones para el pacto de impunidad… perdón para la Amnistía.
La economista propuesta para ser
titular de la Secretaría de Economía. Es experta en Historia Económica, especialmente
en la época porfirista. ¿Tendrá la capacidad y experiencia para dirigir
y ganar la negociación del TLC o la esperanza de Morena, es que lo termine el
equipo de Peña Nieto, antes de que López Obrador tome posesión? Si ganara la
presidencia, claro.
Para titular de la Secretaría de
Energía, la propuesta es la Ing. Rocío Nahle, quien se desempeñó durante algún
tiempo como funcionaria en Pemex y, es enemiga declarada de la reforma en
Hidrocarburos, que por cierto, se encuentra en un 30% de avance en su
desarrollo. ¿La cancelaría al tomar posesión, desatando un conflicto
internacional? o tendríamos otro proceso de expropiación y una deuda a pagar en
las siguientes décadas. Para ser el mejor gabinete de la época
moderna, le falta punch, como dirían los grandes boxeadores.
Del candidato del PRI, José Antonio Meade, va
tan lento, que no hay nada que analizar y, como a estas alturas, políticamente
no hay nada que festejar. ¡Festejemos las festividades decembrinas y dejemos
las noticias, spots y demás jerga política, yéndonos de vacaciones y
regresando el próximo año, después del día de la Amistad! ¡Salud
y mis mejores deseos!
Hasta la próxima…
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