Alejandro Mario Fonseca
Decía Umberto Eco, el autor de El nombre de la rosa, que las redes sociales generan una invasión de
imbéciles. ¿A qué se refería? Pues ni más ni menos que al fenómeno que se
ha profundizado los últimos años: la llegada de gente sin estudios, sin
principios y sin la más mínima prudencia,
a la labor periodística.
"Las redes sociales han
generado una invasión de imbéciles que le dan el derecho de hablar a legiones
de idiotas que antes hablaban sólo en el bar después de un vaso de vino, sin
dañar a la comunidad y ahora tienen el mismo derecho a hablar que un premio
Nobel. Es la invasión de los necios", sentenció.
El drama de Internet es que ha
promovido al tonto del pueblo al nivel de portador de la verdad. Si bien la Red
supone la democratización de la difusión del conocimiento -de todo tipo de
conocimiento- y de la información.
En concreto, por Facebook, Twitter,
Instagram o Google circulan intenciones, deseos, críticas, aplausos, insultos,
adhesiones, de ciudadanos corrientes, y también informaciones contrastadas y
opiniones de medios de comunicación.
No es demasiado difícil distinguir
entre unos y otros. Pero interpretando las palabras de Eco ¿cuántos realmente
usamos las redes con responsabilidad y con un propósito mejor que el
entretenimiento momentáneo? (Cfr. DESPIERTACULTURA.COM).
AMLO sonriendo |
Los últimos
bombazos digitales
Traigo a colación está larga cita
sobre las paradojas y los peligros que las redes de Internet están
significando, porque afectan sobre todo a nuestra juventud y a la gente sin
suficiente preparación y sin experiencia.
Veamos por ejemplo los últimos
bombazos digitales que se lanzaron los candidatos Ricardo Anaya y José Antonio
Meade el pasado 7 de junio: a todas luces se ve que los equipos de ambos están
ya desesperados.
“Jorge
Castañeda, Damián Zepeda y Diego Fernández de Cevallos culpan a Enrique Peña
Nieto de ser responsable del video en el que resurge la polémica en torno a
Ricardo Anaya y su relación con los hermanos Barreiro.
Mientras ellos
intentaban sofocar el fuego creado por una grabación anónima, Rafael Moreno
Valle, presidente de la Comisión Política del PAN se mantuvo al margen de la
coyuntura y era promovido con el hashtag #MorenoVallePorMéxico, a través de
cientos de cuentas, de las cuales al menos 30 por ciento eran bots.
A pesar de
los esfuerzos de la coalición frentista y de los mensajes de Ricardo Anaya
pautados en redes sociales para incrementar su alcance, nada pudo hacer
contrapeso a la ola de reacciones negativas que generó la difusión del video Caso Anaya Primera Parte”. (Cfr. #MetaDatos,
publicada por Sinembargo.mx).
Y ante este
último desaguisado de campañas electorales, en el que se ve claramente la falta
de principios éticos y el desprecio por el electorado, el puntero AMLO crece y
se fortalece todavía más.
¿Qué fue lo que sucedió?
Pero a ver,
antes veamos con calma qué fue lo que sucedió. Y en resumen, fue que los
estrategas de Anaya han venido acusando a AMLO de haber pactado con el
presidente Peña. Entonces vino una filtración anónima que revive el caso
Barreiro (el de la bodega de Anaya y el supuesto baile millonario de lavado de
dinero). Pero “el tiro les salió por la culata”.
Ricardo
Anaya respondió a las acusaciones a través de otra grabación que difundió también
desde la misma plataforma de videos. En el mismo periodo, el material
audiovisual del candidato panista rebasó el millón de reproducciones. En un
minuto y 33 segundos Anaya responsabilizó al Gobierno federal por el ataque,
que afirmó, es una estrategia para dañar su candidatura.
Sin embargo, a pesar de los miles de
pesos invertidos en pautas en Facebook y Twitter, la respuesta de Ricardo Anaya
no logró contener la ola de reacciones que generó la “confesión video grabada”
de Juan Barreiro sobre los nexos entre su hermano Manuel y el candidato
frentista.
Y mientras tanto el “tigre” AMLO
sonríe y se corta las uñas.
La tendencia que generó en Twitter se
mantuvo por más de dos horas durante la mañana del viernes. Los principales
contribuyentes se destacaron por ser simpatizantes de MORENA, entre ellos el
activista y productor de televisión Epigmenio Ibarra, creador de un documental
sobre Andrés Manuel López Obrador. (Cfr. Sin
embargo. Mx).
Así están las cosas en las redes de
Internet y al parecer todo es ruido electoral, lo más probable es que nunca
sepamos la verdad; y estando la situación tan crispada, puede ser que ahora le revivan
a Ricardo Anaya lo de los famosos “moches”.
Mientras tanto AMLO tranquilo,
repuntando en las encuestas, se mantiene arriba del 50 % de la intención del
voto, mientras que Anaya y Meade se disputan el 2do lugar.
Y ¿por qué digo qué AMLO se corta las
uñas? Porque no sé si López Obrador, vaya
a ser efectivamente el presidente del amor, lo que está claro es que no está
dispuesto a convertirse en el presidente del odio o el rencor.
Como dice el director de Sin embargo.mx no es un dato menor. El candidato que se presenta a sí mismo como el
reivindicador de los olvidados y los oprimidos perfectamente podría asumirse
como el portador de la venganza.
No obstante,
López Obrador ha elegido concebirse como el candidato del perdón. Pueden
cuestionarse las implicaciones morales de su postura, pero no su cálculo
político: mirar hacia delante y no hacia atrás es la única manera de intentar
que la rabia se transforme en esperanza. (Cfr. Jorge Zepeda; Sin embargp.mx).
¿Y aquí en
Cholula qué sucede?
En Cholula no escapamos al “peje
tsunami”. Y es que la “peje manía” lo está inundando todo. Y precisamente por
eso es que los corifeos del morenovallismo y de lo que todavía queda del PRI,
se están jugando sus últimas cartas.
Los logros de la administración de J,
J, Espinosa están a la vista. Nos guste o no nos guste, Cholula cambió. Nadie
en su san juicio puede negar que la belleza de esta ciudad milenaria está
siendo reivindicada.
El hecho de que J. J. Espinosa haya
sido un alcalde conflictivo no le resta valor a sus políticas modernizadoras.
El esplendor de Cholula ya es inocultable y todos debemos reconocerlo.
¿Qué falta mucho por hacer? Claro, fueron
muchos años de PRI gobierno y por eso la tarea no es sencilla. Lo que sigue es
rescatar a las juntas auxiliares del abandono y eso lo tiene muy claro Luis
Alberto Arriaga.
El morenovallismo pretende seguirnos
engañando con la dispersión del voto a base muchos candidatos, pero las mentiras,
las promesas sin sustento y las encuestas a modo ya muy pocos se las creen.
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