Alejandro Mario Fonseca
Ya pasaron
150 años desde que la ideología liberal triunfó en México después de una
disputa por el poder que duró más de medio siglo. Los conservadores se
resistían a renunciar a los privilegios que habían heredado después de tres
siglos de dominio colonial.
Fueron 50
años de caos político, económico y social, que dieron paso a la República
Restaurada:
periodo que va desde el triunfo de los liberales encabezados por Benito Juárez
sobre la intervención y el Imperio en 1867 y que abarca los gobiernos
de Juárez (1867 a 1872) y de Sebastián Lerdo de Tejada (1872 a 1876).
Ahora que nuestro país se perfila
hacia una verdadera alternancia política con el posible triunfo de Andrés
Manuel López Obrador en las próximas elecciones, la disputa ideológica entre
liberales y conservadores sigue viva. ¿Por qué?
Pues porque el proyecto liberal de
Juárez en realidad fracasó. Nunca se consolidó y lo más grave fue que le
abrió las puertas a la dictadura de
Porfirio Díaz.
Y después de la Revolución de 1910 tampoco pudo
consolidarse un régimen plenamente liberal y democrático. Muy pronto los jefes
militares triunfantes instauraron una monarquía sexenal disfrazada de República
Federal democrática. ¿Por qué este reiterado fracaso de la modernización
política en México?
Andres Manuel López Obrador |
¿Dos
enfoques contrapuestos?
Hurgando en las raíces históricas del
conflicto, encuentro por lo menos dos enfoques contrapuestos sobre la sociedad
novohispana: el “ilustrado”, que ve en los siglos XVII y XVIII estabilidad y
progreso; y el crítico, según el cual el principal problema de México –herencia
de la Colonia- sigue siendo la desigualdad.
Por ejemplo, Octavio Paz en El ogro filantrópico considera que
durante la Colonia el genio criollo logró crear una sociedad civilizada que no
puede ser comparable con nada de lo que ha sucedido después.
Se refiere a la paz interior y a la
capacidad defensiva en el exterior; a un territorio que sin cesar se extendía;
una economía próspera, al menos para el grado de desarrollo técnico de la
época; y un sistema de equilibrio de poderes, ya que no de libertades públicas;
además de un régimen de jurisdicciones especiales, en ausencia de una
legislación igualitaria.
Paz va todavía más allá y resalta la
gran herencia arquitectónica, la historiografía, la literatura y los comienzos de una tradición científica;
y remata: “un pueblo unido y regido por valores religiosos que eran asimismo
valores morales, estéticos y políticos”.
México: el
país de la desigualdad
Y para poner tan sólo un ejemplo
contrario a las apreciaciones de nuestro gran premio Novel, cuando al
historiador Fernando Benítez se le pedía resumir su idea de México en pocas
palabras, respondía parafraseando al Barón de Humboldt: “México es el país de la
desigualdad. Quizá en ninguna otra parte la haya tanta en cuanto a la
distribución de la riqueza, de la educación, de la población”.
Benítez resulta demoledor en su
crítica y nadie medianamente culto puede estar en su contra. “Ningún país
avanza sanamente con una masa de miserables como la que tenemos en México: esta
es la herencia de la Colonia”.
Con las citas que le he compartido
hasta aquí, el poeta Octavio Paz resultaría un conservador, reaccionario, que
añora los tiempos coloniales; y Benítez un radical de izquierda, que solo ve
parcialmente la realidad que le interesa criticar.
Sin embargo, ambos tienen razón, lo
que pasa es que hay que dedicarle más tiempo a leer completos sus escritos. Por
ejemplo El ogro filantrópico es un
hermoso ensayo que Paz escribió en 1976. Se trata de una crítica contundente al
PRI gobierno de nuestros días. Pero hay que leerlo completo.
Por desgracia nuestros políticos en
su mayoría son mediocres intelectualmente. No leen, no se informan: están
dedicados a amasar grandes fortunas y no les interesa en serio el desarrollo
nacional. Ocupar un cargo público implica una gran responsabilidad y los
requisitos para los candidatos deberían ser mucho más estrictos.
Guerra
sucia: mentiras, verdades a medias y manipulación
Lo deseable sería que nuestros
políticos fueran también hombres de letras y que además estuvieran
especializados en administración pública, o en jurisprudencia, o en otras
disciplinas, según el caso de su función; o ya de perdida que contaran con
asesores serios y que los tomaran en cuenta.
Le cuento todo esto, porque aquí en
San Pedro Cholula pareciera que algunos candidatos a la presidencia municipal,
no tienen ni la más mínima idea de lo que significa contar con una ideología
basada en principios.
Es más, ni siquiera conocen bien
nuestra historia. Por ejemplo Jorge Gómez, el dirigente de Acción Nacional que
va de regidor por el PAN-MC afirma que partido MORENA quiere implantar el
socialismo en México. Yo lo escuché hace unos meses en la Casa del Puente.
Y así por el estilo, también los
priistas caen fácilmente en este tipo de críticas ligeras, dirigidas al engaño
y la manipulación. Pero también hay otros, como Alejandro Oaxaca, que saltando
alegremente de un partido a otro, pretenden confundir al electorado con chismes
disfrazados de falsa ideología, o ni siquiera eso: disfrazados de verborrea.
Y es que es muy fácil confundir a un
electorado bien intencionado pero “sin la suficiente información”. Pero ya no
tanto, para eso están los análisis de la prensa escrita y de las redes
sociales. Esa es nuestra tarea: desenmascarar las mentiras, las verdades a
medias y la manipulación.
El Peje
¿liberal?, ¿socialdemócrata? o ¿conservador?
Por ejemplo, siguiendo con el caso de
Cholula, en las redes sociales además de falsas encuestas, están utilizando la
mentira, la burla y la descalificación para desprestigiar a los candidatos de
MORENA.
Ahí está el caso del video de hace
diez años en el que Luis Alberto Arriaga asumiéndose como liberal critica a
López Obrador, no me queda claro, pero creo que lo tacha de populista.
Ya Arriaga lo aclaró con toda
puntualidad en la entrevista que le hicimos en Cholula la Bella*. Pero no está por demás aclarar por escrito el
desaguisado. Además, es algo que también involucra al caso de AMLO, y de la
mayoría de los políticos ya maduros.
Lo normal, es que cuando somos
jóvenes asumimos posturas ideológicas radicales. Pero con los años vamos
madurando y matizando: consecuentemente distinguimos ámbitos de una modernidad
compleja.
¿Es tan difícil aceptar que AMLO en
la esfera de la política sea liberal, en la esfera de la economía
socialdemócrata y en la esfera de lo social conservador?
* facebook: Cholula la Bella. Miercóles 12 a 13 horas de lunes a viernes.
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