Fomentando la cultura de la participación política-social
Por Mónica V. Delgado*
El periodismo ciudadano, civil o comunitario tiene sus antecedentes en las primeras décadas del siglo XIX en Inglaterra, con el semanario The Poor Man´s Guardian, el cual circulaba en los barrios aledaños a las fábricas inglesas para informar y acercar a los trabajadores a una participación que los involucraba con las decisiones del patrón. De esta forma se generaba comunicación comunitaria y se fomentaba participación laboral en los marcos políticos-jurídicos por los cuales se regía la fábrica.
Gran parte del
contenido del semanario londinense-obrero incluía las demandas de los
trabajadores durante el exceso de las jornadas laborales y es en este punto
donde radica el gran mito del periodismo ciudadano, donde se piensa que existe
una desvalorización al periodista de profesión.
¿Es ahora el
ciudadano un periodista? En estos tiempos, donde estamos viendo la era
tecnológica, internet y sus herramientas han favorecido a una acentuación de
crecimiento de blogs, plataformas
virtuales que ciertas comunidades, han utilizado para impulsar, primeramente dentro de sus espacios, por
ejemplo de su colonia, la participación vecinal y la denuncia civil de acuerdo
a las problemáticas de infraestructura, alumbrado o inseguridad en su
comunidad.
Más que
atribuir la descripción de “periodista” al ciudadano de hoy, es simplemente que
tanto uno como el otro (periodista y ciudadano) trabajen colectivamente, que se
rompa con ese muro de informar-leer, que no se quede en ese discurso. Existen
periodistas de profesión que se especializan en periodismo civil, donde se
encuentran atentos a demandas ciudadanas locales y se hacen partícipes de una
comunidad, se colabora en equipo y al mismo tiempo se educa a una participación
política desde lo microsocial (colonias, delegaciones, comunidades).
Si desde lo
particular, es decir, desde la colonia o delegación, se empieza a politizar al
ciudadano, en cuanto al conocimiento y vigilancia de su representante local
(delegado) se puede pensar a nivel general, a la construcción de una
participación del vínculo sociedad-presidente.
Internet ha
generado comunicaciones emergentes, alternativas, un ejemplo, son las redes
sociales virtuales, donde se comparte y genera información, es por eso que
Óscar Espiritusanto, fundador del blog español periodismociudadano.com y co-autor del libro Periodismo Ciudadano: Evolución positiva de la comunicación [1] define a este tipo de periodismo como un
nuevo medio de comunicación alternativa, porque a través del blog u otras plataformas virtuales, los periodistas
y los ciudadanos se informan de las denuncias de su comunidad y comunican a las
asociaciones vecinales, mismas que actuarán como grupo de presión para su
representante local.
La propuesta
ahí está, periodistas que se involucren en lo microsocial, trabajen la
información a manera recíproca con el ciudadano.
Otro de los
mitos del periodismo comunitario es el de la no credibilidad ante tanta denuncia
ciudadana, sin embargo, si el periodista colabora regionalmente, existirá un
apoyo y un vínculo. El lector y el periodista pueden retroalimentarse en
materia de información, participación y organización.
La realidad es
que se empiece el cambio en lo micro, educando al ciudadano desde sus propios
espacios: cultura ecológica, cultura del cuidado de su infraestructura,
fomentar la cultura de participación. Generar discurso comunitario y aislar el
discurso de individualidad.
Tanto en zonas
rurales como urbanas informar, educar, organizar colectivamente. Periodista y
ciudadano actuando hacia un cambio macrosocial.
*Estudiante de Periodismo
[1] Libro de apoyo para este artículo: ESPIRITUSANTO, Óscar y Paula Gonzalo
Rodríguez. Periodismo Ciudadano:
Evolución positiva de la comunicación, Ed. Ariel, Colección Fundación
Telefónica, España, 2011, pp. 185.
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