Por Mónica V. Delgado*
“Huerto
Tlatelolco” Sábado 2 de marzo 2013.
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Cultiva
Ciudad es una
asociación civil dedicada a la difusión de la agricultura y sustentabilidad
urbana como un proyecto para concientizar acerca de la problemática ambiental,
además de rescatar el concepto comunitario que se ha estado perdiendo con el
ritmo acelerado que se vive en las ciudades.
“Huerto Tlatelolco” fue inaugurado en noviembre del año pasado, en el terreno donde se ubicaba el edifico Oaxaca (Huella del
Edificio Oaxaca), en la esquina de la avenida Paseo de la Reforma y Manuel
González. El espacio, ahora, es utilizado en la construcción de un huerto
urbano, en el cual, la gente de Tlatelolco podrá acudir a las capacitaciones de
agricultura urbana para posteriormente aprender a cosechar sus propios
alimentos.
“A veces, como habitantes de la
ciudad, hemos perdido contacto con la naturaleza y con los ciclos que ésta nos
ofrece, principalmente en los alimentos. En estos tiempos, lo único que hacemos
es consumir, compramos lo que vamos a comer y nunca nos preguntamos de dónde
viene lo que estamos ingiriendo. Sólo comemos y tiramos el desperdicio. No hay
un ciclo e intercambio, como en el pasado, entre humano y Naturaleza” explicó
Ana Guerra, voluntaria de Cultiva Ciudad,
al hacer referencia que la sustentabilidad urbana es el objetivo del proyecto;
que las personas trabajen en equipo mientras siembran, compartan sus verduras a
manera de trueque, como lo hacían los mexicas en el mercado Tlatelolco, al
intercambiar su ganado por semillas, por ejemplo.
La idea principal de la construcción
de “Huerto Tlatelolco” es que, en principio, los voluntarios de Cultiva Ciudad enseñen a la gente a cosechar, para después,
entre ellos mismos compartan el aprendizaje con otras personas interesadas en
sembrar sus propios alimentos y que el huerto urbano quede al mando de una
asociación vecinal, es decir, que la comunidad de Tlatelolco se apropie de este
nuevo espacio ambiental, haciéndose partícipes del cuidado y uso de este
proyecto.
“Ya hemos plantado lechuga, betabel,
espinaca, col. Traemos las semillas de Veracruz de una casa productora totalmente orgánica, que utilizan abono
natural, nada de pesticidas”, comentó Ana Guerra en la inauguración de “Huerto
Tlatelolco”, donde también se tiene una “Lombricoposta” encargada de producir
humus, la vitamina de la tierra, para que pueda florecer la planta. El trabajo
lo llevan a cabo las lombrices californianas alimentadas de los desechos
orgánicos (cáscaras de fruta o verdura). Este tipo de composta ayudará a una
mejor cosecha.
Lombricomposta.
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Además, el huerto cuenta con un “baño
seco”, construido con material reciclable. “El objetivo es: debajo del inodoro
hay una cubeta para que en ella caiga el excremento y la orina, para después,
con otra cubeta que estará al lado, llena de aserrín o cal, se vierta en la
primera (cubeta), después se deje en una composta especial, que servirá de
abono para la propia tierra, porque al
final de cuenta, nosotros somos orgánicos, consumimos alimento que debe ser
regresado a la tierra. Es parte de un ciclo que se ha roto en el ritmo de vida
de la ciudad”, expuso Gabriela Vargas, fundadora de Cultiva Ciudad.
Baño
Seco
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Baño
Seco
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Otro de los proyectos a futuro de
“Huerto Tlatelolco” son los bosques comestibles, en donde, se sembrarán plantas
alrededor del árbol, cada una de éstas se nutrirán y al mismo tiempo le darán
nutrientes al árbol para que florezca. Es un proceso colaborativo ambiental, ya
que finalmente, se obtendrán flores comestibles.
Es así como este huerto urbano
pretende que con trabajo comunitario se tome conciencia del desgaste ambiental
que estamos percibiendo a causa de una ruptura de ciclos entre la raza humana y
la Naturaleza. Somos parte de un consumo lineal: se compra y se tira, pero ¿qué
le regresamos a la tierra, lugar donde se dieron gran parte de nuestros
alimentos?
“La agricultura urbana es un proyecto
ambiental y social, porque a partir de la conciencia ecológica se reconstruye
el tejido social, en el momento del trabajo comunitario, vecinal en el
intercambio del aprendizaje y del alimento. Se debe dejar atrás el discurso de
individualidad que a veces yace en las urbes”, comentó Ana Guerra en la
apertura de “Huerto Tlatelolco”
“Huerto
Tlatelolco”. Cultivando el maíz.
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Gracias,
Centéotl
Con motivo de la inauguración del
huerto urbano, Arnold y Alejandro, ambientalistas, pertenecientes a “Orgánica”,
una organización civil que participa en el trabajo alternativo de la difusión
ecológica con base en la energía sustentable, acudieron a Tlatelolco para
hablar acerca de la importancia de la cultura del cultivo del maíz para la
historia mexicana.
Antes de cultivar las semillas, se
rindió un homenaje, como en el pasado, al dios del maíz: Centéotl. En una
plataforma de madera, con gises, se dibujó al dios y en el contorno de su figura se colocaron frijoles, lentejas,
semillas de café y maíz. Alrededor de éste, veladoras y los cuatro tipos de
maíz: el blanco representando a la raza de Europa, el amarillo a la asiática,
el negro para África y el rojo a lo que antes era Mesoamérica (América).
Ritual
prehispánico a Centéotl.
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Con este ritual prehispánico se
pretendió exponer cómo era antes ese contacto, agradecimiento y cierto respeto
que se tenía entre el vínculo humano-Naturaleza. Posteriormente se cultivó el
maíz.
“Rescatemos la cultura del maíz, porque
es parte de nuestras raíces históricas”, dijo Alejando para finalizar la
inauguración del huerto comunitario en Tlatelolco.
Estos proyectos ecológicos en terrenos
urbanos es una muestra más de como sociedad debemos organizarnos y en comunidad
empezar hacer cambios desde nuestros propios espacios. Sociedad organizada
fomenta la participación colectiva.
*Estudiante
de Periodismo
Información
de Cultiva Ciudad:
www.cultivaciudad.com
Por este medio agradezco la oportunidad que tuve para hacer pública la propuesta del Baño Seco Urbano también llamado Baño Seco Empaquetado, idea original que resuelve el tener un baño seco en las ciudades, el sábado 19 de septiembre de 2015 en la parcela experimental de cultivo de maíz orgánico
ResponderEliminarde Héctor Jiménez "El Pisho" ubicada en Chitejé de la Cruz, Amealco, Querétaro, México, durante el curso de Introducción a la Agricultura Natural impartido por Raúl Medina de Wit ante el grupo de los 50 participantes.
Desde que tuve mi primer experiencia con un baño seco sentí que le hacía falta un mejor desenlace ya que, de los modelos conocidos, ni el baño seco de cubeta ni el de cámara de fermentación y sus variantes son prácticos para un uso urbano, razón por la cual depués de meses de estudiar los modelos llegué a la conclusión que el empleo de un contenedor de papel resuelve el problema de uso, almacenamiento y transporte en un ambiente urbano, tan sencillo como colocar una bolsa de papel dentro de una cubeta o caja a manera de soporte depositando un poco de material secante como aserrín, tierra, ceniza, o papel de las destructoras de documentos de una oficina para que, después de defecar en ella, se cubran las heces con otro poco más del mismo material secante; este modelo admite también líquidos como orina y hasta flujo menstrual para lo cual se recomienda emplear doble o triple bolsa de papel, así una vez terminado el proceso es muy sencillo plegar la bolsa lateralmente formando una especie de paquete rectangular el cual de manera fácil y segura puede ser depositado en contenedores de basura de la vivienda en los cuales se depositan regularmente tanto pañales de bebés y de adultos como las mismas toallas femeninas.
Cabe señalar que, a pesar de que el contenido del "paquete" es en su totalidad orgánico, por ejemplo, el Reglamento de la Ley de Residuos Sólidos del Distrito Federal de México, en su Artículo 32
especifica que se consideran residuos orgánico aquellos susceptibles de ser utilizados como insumos en la producción de composta por una parte, y por otra, subclasifica dentro de los residuos inorgánicos, aquellos que considera residuos sanitarios y pañales desechables, razón por la cual para que este modelo
de baño seco empaquetado cumpla cabalmente las disposiciones de ley y su mejor manejo, ayudaría mucho la participación
de la comunidad con comentarios y consideraciones para definir con certeza en qué recipiente deban depositarse las bolsas de papel conteniendo excremento, orina y fluidos humanos. Estas mismas disposiciones oficiales establecen en lo general mecanismos para el mejor manejo de los residuos reusables o reciclables al igual que los composteables por lo cual, este nuevo tipo de desechos empaquetados podrán llegar a tener
un mejor aprovechamiento integral.
Esta propuesta además de resolver el manejo citadino de la poposta con el importante ahorro en el consumo de agua potable para transportar excremento, evitando además la contaminación del agua potable con heces fecales, tiene un aspecto creativo y artístico ya que permite que el usuario mientras está en el proceso de defecar, puede ir preparando la siguiente bolsa de papel que dejará disponible para el próximo usuario, dibujando sobre ella un dragón o cualquier imagen, también puede escribir
un mensaje o bien un poema, en fin el límite es la creatividad del autor del proceso, se recomienda que en la misma bolsa se escriba la fecha de uso ayudando así al poposteador a determinar la antigüedad del paquete.
El recipiente no se limita a una bolsa de papel la cual tiene un costo, pueden emplearse desde rollos de papel de estraza colocados en el cuarto de baño para que el usuario arme la siguiente bolsa que dejará disponible para el siguiente usuario, también pueden hacerse cucuruchos de papel periódico y hasta
recipientes tipo piñata con engrudo.
Te invito a hacer tuya esta propuesta difundiéndola, comentándola y criticándola y lograr así, un mejor futuro para todos los seres y del planeta mismo.
Raúl Macazaga.
Muy interesante y necesario difundir esta labor, felicitaciones!!!
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