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| 2a. sección de Tlatelolco desde la torre Latinoaméricana |
Tlatelolco no es una isla lo que
ocurre a nivel nacional también nos afecta, la indignación que han mostrado
amplios sectores de la población, las grandes manifestaciones de los últimos
tres meses, han despertado muchas consciencias, esto es lo más valioso de lo
ocurrido en 2014.
Lo que sucede a nivel nacional se
refleja de alguna manera en Tlatelolco. La corrupción e ineptitud o complicidad
genera la impunidad, desgraciadamente está
ocurriendo en todos los niveles de gobierno, la podemos encontrar también desgraciadamente
en la Unidad, el problema es que la corrupción o la impunidad se considera normal o un mal necesario. Si
esto no cambia, las cosas van a seguir empeorando llegando a situaciones de
cáos cada vez más grandes e incontrolables.
No habrá una verdadera democracia
si no se corrigen estas desviaciones. La democracia como cualquier construcción
debe realizarse sobre bases firmes y sólidas y no sobre algo podrido o en
descomposición.
Las elecciones del próximo 7 de
junio las opciones que se vislumbran, parecen ser más de lo mismo. Habría que
analizar que opción podríamos tener.
Los 90 edificios que tiene la
Unidad Tlatelolco pueden tener un futuro promisorio, pero tenemos que entender
que un mantenimiento real a los inmuebles es indispensable ya. Si nosotros no
nos organizamos para hacerlo, nadie lo hará. Además es nuestra responsabilidad.
Proponemos organizarnos de la
mejor manera posible para cuidar nuestros edificios, al margen de todos los
partidos políticos y buscando que nuestros representantes sean los más
cumplidos y honestos. Para bien de todos. Así lograremos alargar la vida útil
de nuestros edificios. La única manera de lograrlo es participando todos.
El futuro depende de lo que
hagamos hoy. Pongamos todo de nuestra parte para que este año que comienza sea mejor para todos.
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