miércoles, 4 de febrero de 2015

Tlatelolco - sol y sombra (1974). 1ª parte.

Colaboración especial: Residente de los primeros años de la Unidad que participó en el Movimiento de 1974 que terminó con el inicio de la Auto administración.

Por Lic. Félix Carbajal Juárez

Sergio Alcázar, jugaría un papel protagónico polémico, por su rivalidad emotiva con el Profesor José Lima Zuno 
Hoy conmemoramos el quincuagésimo aniversario del renacimiento de Tlatelolco, el más importante mercado comercial del imperio azteca, ahora convertido en la gran innovación habitacional del sexenio de Adolfo López Mateos, en el año de mil novecientos sesenta y cuatro, donde convivieran y departieran por igual  del equipamiento y los bienes comunes, teatros, clubes deportivos, servicios y jardines,  las clases privilegiadas y las mas desposeídas, económicamente hablando. Tomando como ejemplo la cercana vecindad de la ubicación física de los edificios “K” y los del ISSSTE  y naciera también en este momento el simbolismo de la Plaza de las Tres Culturas en referencia al Imperio Azteca, la Nueva España (con la dominación española) y  la mexicana, del México independiente, producto de la fusión de las dos anteriores.

Para que esta innovación habitacional fructificara, el gobierno toma el control de comercialización y administración de los inmuebles a través de un fideicomiso, denominado “Fondo Nacional de Habitaciones Populares” (Fonhapo), manejado por El Banco Nacional de Obras Y Servicios Públicos S.A., como fiduciario a través de su subsidiaria Administradora Inmobiliaria, S.A. (AISA), que implanto la compraventa de los certificados de participación inmobiliaria no amortizables serie “B” que otorgaban el derecho de habitar los departamentos, con enganches chiquitos para facilitar su adquisición  y abonos mensuales ya no tan chiquitos. Comercialización que también fue una innovación en su época, en la que predominaban los grandes enganches  con abonos pequeños.
Pero; así como dicen, que el infierno está empedrado de buenas intenciones, las buenas intenciones gubernamentales, tienen su infierno, en las conductas de quienes conforman el gobierno en el poder.
Y así, algunos años después, aparece la noche triste del dos de octubre de 1968, caracterizada por la figura autocrática de un presidente “Gustavo Díaz Ordaz” y un Secretario de la Defensa “Marcelino García Barragán” cuya soberbia en la toma de decisiones hizo que una manifestación pacifica de civiles mexicanos, solicitando cambios administrativos, fuera masacrada violentamente por el ejército y sus participantes, los que quedaron vivos y no pudieron huir, fueran encarcelados y aislados como criminales y, claro…
El esplendor, de la convivencia tlatelolca se convierte en nube negra, cuya imagen recorre el mundo…y los habitantes, de la pequeña gran ciudad, enclavada en un kilometro cuadrado, constituida por poco más de cien edificios y una población de más de 60,000 habitantes,  ven con tristeza y terror, como se desmoronaba su paraíso.
No sirviendo ya de imagen al gobierno, Tlatelolco el orgullo mexicano, se convierte simplemente en la “Unidad Habitacional Adolfo López Mateos”, siendo administrada ineficientemente como cualquier otra, y los jardines, se convierten en terregales, los teatros promotores de cultura para los tlatelolcas, se alquilan al mejor postor comercial sin la debida supervisión y el deterioro y obsolescencia se hacen presentes. Los clubes deportivos ven mermada su asistencia.
Iniciándose en esta época,  un éxodo hormiga de adquirentes traspasando o vendiendo  los diferentes tipos de departamentos, por el miedo a nuevas represiones  y por el deterioro de la unidad habitacional, debido a la mala administración.
En los años setenta con una mala, muy mala administración de  (AISA), comandada por Nava Ciprés, tocamos fondo y a pesar, del temor que aun existía entre los tlatelolcas, se levantan voces de protesta por la mala administración.
El gobierno federal, tratando de recuperar su imagen de benefactor, establece un programa de seguridad, también llamado “Cambio De Piel”, modificando ventanales e instalando puertas en los accesos de los edificios, sin costo para los habitantes.
La situación económica mundial, obligada por la apertura democrática ha cambiado, iniciándose una escalada de incremento en precios de servicios y productos, etiquetada como inflación.
Tlatelolco, cuya construcción fue financiada con fondos de un banco extranjero, recibiría un golpe adicional en la economía de sus habitantes, al modificárseles la tasa del 6% de  interés, pactada en el financiamiento recibido en la compra de sus departamentos, en más del 300% llegando esta hasta el 20%.
La gota derrama el vaso y; a pesar de las condiciones existentes….aun se mantiene fresca la noche triste del sesenta y ocho,..Surge un grupo que aglutina y encausa el descontento de los tlatelolcas...  tanto por la mala administración como por el incremento en el costo del interés y que posteriormente se autonombraria “Comité Coordinador Provisional de los Residentes de Ciudad Tlatelolco”,  originalmente formado en cuatro comisiones integradas por:
                                                                                                                                                                       
Organización
Finanzas
Arq. Rubén Cantú  Chapa
 Tomas Ferrer J.   
Prof. Daniel Lartundo   
Prof. Ernestino Macedo
CP. Alicia Massa B.         
 Prof. Manlio Cervantes
Josefina López de B
 Lic. Martin Reyes                          


Jurídica
Prensa y propaganda
Lic. Félix Carbajal
 Ing. Alfonso Tovar        
Prof. Salvador Rocha    
Ing. Jesús de la Torre    


Integrantes de las Asociaciones: Cuauhtémoc Tlatelolco, Arteaga/Lerdo de Tejada, Ezequiel A. Chávez, Residentes Unidos De Tlatelolco.
Y algunos más, que por haber desertado o tenido poca participación durante el proceso, no menciono.  Afortunadamente los huecos que dejaron, se llenaron con gente valiosa,  al incorporarse… la profesora Adela Beltrán, el Químico Antonio Fonseca, los hermanos Domínguez,  Sergio Alcázar, éste último  jugaría un papel protagónico polémico, por su rivalidad emotiva con el Profesor José Lima Zuno y algunos más que fortalecieron a este, en principio pequeño grupo.
En enero 18 de 1974, en las instalaciones del teatro 5 de Mayo se celebra la primera asamblea masiva de residentes tlatelolcas, presidida por el Dr. Mario Cáceres, en ese entonces presidente de la Asociación Arteaga/Lerdo de Tejada, quien tuviera una aparición fugaz;  aunque relevante dentro de este proceso social.
En esta asamblea de residentes,  cuya asistencia desbordara la capacidad del teatro, es donde se deciden los  beneficios a obtener para los  residentes,   se respalda la representación de los integrantes del comité, para que negocien en su nombre con las distintas autoridades y se define la forma de cómo lograrlo.
Acordando en principio:
1.- Suspensión de pagos a la Administradora Inmobiliaria, S.A., depositando el importe en nafinsa y consignándolo en algún juzgado para evitar desalojos justificados por falta de pago.
2.-No pagar el aumento del 20% en los gastos de administración y mantenimiento.
3.-Publicar un desplegado en alguno de los periódicos más importantes, solicitando la intervención del C. Presidente de la República.
4.-Promover y asesorar la formación de asociaciones civiles en los edificios que no tuvieran e incorporarlas al comité.
5.-Solicitar audiencia con el director de Banobras y de ser necesario con el C. Luis Echeverría Álvarez, presidente de la república.
6.-Solicitar una auditoria a la Administradora Inmobiliaria, S.A.
Así se iniciaron… múltiples entrevistas con autoridades gubernamentales, en todos sus niveles, con la dirección de Banobras y cientos de reuniones con residentes de los diferentes edificios, no exentas de chantajes y sabotajes, tanto de residentes que veían negativo a sus intereses cualquier cambio en la forma de administración, como de las mismas autoridades, donde descuellan, la retención por más de cuatro horas en la guardia de agentes del servicio secreto,  de la Lic. Estela Domínguez y del Lic. Félix Carbajal J. y del posterior  arresto por varios meses de Sergio Alcázar.  En fin, nadie ha dicho que cambiar un modus vivendi, sea fácil y sencillo.
De las múltiples entrevistas se obtuvieron resultados diversos...algunos enternecedores, por llamarlos de alguna manera...por ejemplo; de la entrevista con el Ing. Robles Martínez – director de Banobras
 Al principio, cite  que la unidad habitacional, era una amalgama de clases sociales, pero lo que no dije era que los residentes de los edificios de mayor valor comercial, subsidiaban con sus cuotas de mantenimiento a los residentes de los  edificios más baratos. Tampoco sabíamos que el departamento del D.F., no prestaba ningún servicio municipal; pero si se embolsaba el impuesto predial.  A pesar, de existir un convenio de entrega por parte de Banobras, de la Unidad al gobierno del D.F., que por alguna razón no se llevo a cabo. Desde luego, el ingeniero nos hizo algunas promesas:   revisar las cuentas de AISA, por un despacho contable independiente (no se estableció fecha y no se llevo a cabo).                                                                                         
 Desglosar en los recibos los conceptos cobrados: amortización, gastos de administración, gas, seguros, impuesto predial, etc.            
 Aceptó de buena manera la intervención del comité y aceptando un posible cambio a la incipiente ley de condominio. Recordemos que Tlatelolco era un fideicomiso. Y desde luego, nos expreso su simpatía. Pero, de quitarnos el 20% de aumento en los gastos….nada.
De la entrevista con el  delegado en Cuauhtémoc señor Delfín Sánchez Juárez, rescatamos:
Dice desconocer el motivo de las inquietudes que tenemos. Todo marcha bien. Aunque reconoce la obligación de prestar servicios municipales, aduce que por estar en  el mes de abril ya no tiene presupuesto disponible para Tlatelolco.                     
 La contaminación que origina  el exceso de población flotante por  la concentración de terminales de autobuses, el metro y la falta de servicios sanitarios públicos, solo mereció su disposición a estudiarlo.                                           
 Igual posición, con la invasión de los estacionamientos, por vehículos de gente extraña a Tlatelolco y que los estacionaba, por la comodidad que daba el usar el metro, novedad en ese entonces y, aunque ganábamos popularidad, por las muchas entrevistas de prensa y hasta nos dábamos el lujo de asesorar a otras unidades habitacionales, el tiempo corría y los resultados positivos no llegaban.
Pudiéramos considerar como factor a nuestro favor, el que despidieran al Ing. Gerardo Nava Ciprés de la gerencia de AISA, sustituyéndolo por José Salvador Lima Zuno, sobrino de María Esther, la esposa del señor presidente. Hubo cambio en el estilo de administrar, mayor y mejor comunicación; pero  había que seguir bregando… siguiente escalón jerárquico… Hacienda y la Regencia del D.F., la que llegara primero… por ese entonces, aprovechando la apertura echeverrista, a través de la Lic. Estela Domínguez, nos conseguimos un asesor..., Almeida, en la Secretaria de la Presidencia, quien seria clave para obtener la audiencia con el Regente Octavio Sentíes.
Sin embargo, llego primero la audiencia con el entonces Secretario de Hacienda el Lic. López Portillo. Una reunión, ríspida, muy desagradable donde afloraron palabras altisonantes y descarriló el temperamento de Sergio Alcázar. Actitud que le cobrarían tiempo después. Hicimos una manifestación, la primera en Tlatelolco, después del 68, con la única condición “no llegar a la Plaza de las Tres Culturas”. Nos quedamos dando vueltas en el jardín central de Tlatelolco, mejor conocido como “La Pera”. Hubo más policías que manifestantes “pero, habíamos vencido el miedo”. Después hicimos un plantón en el zócalo, adonde se nos unió un estudiante universitario que tenia deseos de ser líder de los habitantes del cerro del judío. Área con fuertes problemas sociales en esa época y quien fue secuestrado por agentes del servicio secreto, comandados por el jefe de guardias del señor regente y cuyo rescate de los separos policiacos…  propicio la retención ya mencionada de Estela Domínguez y Félix Carbajal, por más de cuatro horas, en la guardia de agentes del servicio secreto. 
Después de este acontecimiento y con un buen nivel de prestigio en la prensa, habían pasado varios meses,  llego la audiencia con el señor regente con resultados negativos pero de la cual surgiría indirectamente la  entrevista en los pinos (la casa del pueblo) con el C. Presidente Luis Echeverría, en septiembre 29 de 1974. Estando presentes, el Lic. Octavio Sentíes, el Ing. Jesús Robles Martínez, el. C. Tesorero de la Federación, el profesor José Salvador Lima Zuno y por los residentes de Tlatelolco, el Lic. Roberto Domínguez, Lic. Ricardo González Avelar, Arq. Rubén Cantú Chapa Sr. Harry Gayner, Lic. José Melo Granados, Lic. José Vargas Uribe, Profr. Salvador Rocha, Lic. Arturo Jurado, Ing. Alfonso Tovar y el Lic. Félix Carbajal, y en la que  finalmente se decidiría… (Continuará).

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