Alejandro
Mario Fonseca
Nuestro Presidente AMLO rindió
cuentas, presentó su primer informe constitucional (tercero al “pueblo bueno”) y como no tiene mucho que informar porque
apenas lleva 9 meses en el cargo, muy poco tiempo, entonces habló de lo que se
propone, de sus intenciones.
Y como es un iluminado, muchos de sus
hipnotizados están felices. Sí, felices, felices, felices. Y eso es demasiado
porque el resultado es abrumador: el Presidente nos está adelantando una
felicidad que no mucha fala nos hace, porque la mayoría dice estar feliz de
antemano.
Lo de iluminado lo digo con todo respeto
y lo de hipnotizados no tanto. En su acepción más habitual “iluminación” significa
adquisición de entendimiento; y en cuanto a los hipnotizados, pues ahí sí, me
gana el enojo.
Sí, el enojo porque ya van varios
fanáticos que sin leerme, sin tomarse la molestia de conocer mis argumentos,
guiándose tan sólo por los encabezados y la primeras líneas, me tachan de
“pendejo prianista” por criticar algunas políticas de AMLO que no me gustan.
Lo siento mucho, no voy a caer en la
provocación y prefiero llamarlos suavemente, con dulzura hipnotizados. Hipnotizar
quiere decir, provocar en una persona o animal un estado de hipnosis: causar
asombro o atraer fuertemente la atención de la persona.
Tercer Informe de Amlo |
El proyecto
de modernidad
Insisto, lo estoy diciendo con todo
respeto, me gustaría mucho que nuestro Presidente además de contar con un gran
ejército de hipnotizados, que lo siguen y lo defienden contra viento y marea,
contara también con otro ejército de iluminados que le ayudaran en serio en la
gran tarea que se propone de modernizar México.
El “innombrable”, el capo de “tuti
capi”, el jefe de la “mafia en el poder”, lo propuso abiertamente. Fue el
primero que habló de modernización, venía de Harvard y era la consigna
neoliberal.
Hablaba de “modernizar” nuestro país
a rajatabla, es decir, sin apartarse lo más mínimo de lo previsto. Ciencia y
tecnología para todas las esferas de la vida social, decía. Fue un engaño
gigantesco, los beneficiados fueron unos cuantos: él y sus cuates.
AMLO no habla de modernización pero lo
que pretende es lo mismo sólo que va en serio. Habla de desarrollo y tiene
razón, no es lo mismo crecimiento que desarrollo. Pero lo que no dice es que
sin crecimiento no hay desarrollo. Y es que el desarrollo es crecimiento con
bienestar social.
No lo puede decir porque sus políticas
apenas empiezan a instrumentarse, estamos viviendo un reflujo económico debido
a los ajustes de limpieza. Son muchos los damnificados de la austeridad
republicana, son miles los que vivían del erario público sin trabajar, los
famosos aviadores.
Y millones si sumamos a los también damnificados
de las empresas privadas ligadas a la
corrupción gubernamental; y además son muchos los chayoteros de los medios de
comunicación que se quedaron en el limbo y estos hacen mucho ruido; y etcétera.
Desarrollo
Sostenible
El desarrollo económico si es el
incremento en la producción de bienes y servicios, pero no nada más, también
debe incluir el incremento en bienestar social; es decir debe haber inversión
en salud y en educación de calidad, por lo menos.
Además, el desarrollo sostenible es
aquel que no daña el medio ambiente, pero no nada más en el futuro inmediato o
en el mediano plazo, sino en el tiempo largo.
En suma, el desarrollo sostenible es aquel en el que se logra crecimiento
económico con la creación de nuevas empresas,
públicas y privadas, manteniendo un medio ambiente limpio, en una
sociedad en la que se garantiza el bienestar mediante servicios educativos y de
salud de calidad, y todo esto en el
tiempo largo.
Otro error grave de conceptualización
es creer que este tipo de políticas solo las puede implementar el gobierno
federal y de allí bajarlas a los estados y finalmente a los municipios. Por eso
digo que AMLO necesita también un ejército de iluminados que le ayude.
También espero que el Presidente se tome muy
en serio el tema ambiental y corrija su
Plan Petrolero y el Proyecto del Tren Maya. Porque si se queda en la retórica y
la demagogia, perderá una enorme
oportunidad histórica de pasar a la historia como el artífice de la Cuarta
Transformación: que es lo que su ego le exige.
Al parecer todo esto AMLO lo tiene
previsto, pero lo está soltando a cuenta gotas porque necesita ganar tiempo. Su
proyecto es muy ambicioso y por lo que se ve en su sexenio apenas si podrá
sentar las bases para la 4 T y entonces sí, otros iran en pos de la modernidad.
Informó de
sus propósitos
Así que AMLO rindió su Primer Informe
Constitucional. Y así fue, al menos formalmente porque en realidad gracias
a las conferencias mañaneras que se
chuta diariamente, careció de importancia: entonces fue retórica, buenos
deseos.
Así que informó de sus propósitos, no
de sus resultados. Aunque algunos de los datos que dio no dejan de ser
preocupantes. Por ejemplo en el caso del huachicol, dijo que ya se logró
reducirlo en un 94% y muchos nos preguntamos ¿de dónde sacó esa cifra?
Otro ejemplo es el de la creación de
100 nuevas universidades, de las que habló como si ya estuvieran funcionando.
No las veo y es que no es tan sencillo
hacerlo. Lo mismo puede decirse del proyecto del Instituto Nacional de Salud,
del que habló como si ya fuera una realidad.
De
las nuevas universidades no sé nada y estoy al pendiente porque es algo
que me interesa. En cuanto al Instituto de Salud, lo que se sabe es que arrancará
con 80 mil millones de pesos del Fondo de Protección Contra Gastos
Catastróficos del Sistema de Salud.
Y así podríamos seguir. Lo que pasa
es que, insisto, AMLO no tiene mucho que informar pues apenas lleva en el cargo
9 meses, muy poco tiempo para lo que se propone.
La modernización súbita de un país
como el nuestro que lleva más de 500 años de administración patrimonial es
imposible. Lo destacable de nuestro Presidente AMLO, es que no baja la guardia,
es perseverante y trabaja duro, día con día. También habla mucho.
Ojalá que poco a poco sean más sus
colaboradores los que se comprometan en serio con las grandes tareas que la 4 T
se propone. AMLO necesita menos hipnotizados y más iluminados. Separar el poder
político del poder económico no es tarea fácil.
Finalmente al tema de la seguridad,
que es el talón de Aquiles de AMLO, lo dejo para mi siguiente colaboración; se
trata de un problema muy delicado y hay que ser cuidadosos en el análisis.
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