Ø A AMLO ya se le rayó el disco.
Alejandro Mario Fonseca
Hemos de
reconocer que el poder y el amor son objetivos y valores antitéticos. El poder
crea desigualdades; su uso exige una suspensión del sentimiento. El amor, por
el contrario, se usa en un reconocimiento de la igualdad. Incluso la relación
de una madre con su hijo tiene que incluir la aceptación de que el niño es tan
persona como ella. Sin ello, el niño desarrollará una estructura de carácter
narcisista y no será capaz de ver a los demás como iguales. (Alexander Lowen).
¿Qué le pasa a Nuestro Presidente
López Obrador? ¿Acaso ya se le subió el poder y desarrollo el síndrome de Hubris? No estoy seguro, pero lo que sí
veo con toda claridad es que ya se le rayo el disco. Con relación a los
feminicidios en particular; y con la Revolución Feminista global ya en marcha se está viendo muy mal.
Veamos por ejemplo lo que dice la
prensa extranjera sobre sus últimos desplantes. De nuevo voy a citar El País, sé que a AMLO no le gusta que
lo critiquen, pero nadie en su sano juicio puede dudar de la objetivad y
probidad de sus reporteros y columnistas.
El
presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, culpó al “régimen de corrupción,
injusticias y privilegios heredado de gobiernos anteriores por la
violencia que desangra a su país, particularmente la violencia de
género, que cada día se cobra la vida de diez mujeres”.
AMLO presidente de México |
Cuestionado
por una reportera local, el mandatario afirmó que su Administración está
“atendiendo las causas” de esa violencia, pero no presentó una estrategia clara
para frenar la alta tasa de feminicidios, crímenes que cuentan con un 90% de
impunidad.
AMLO carece de estrategia
Mientras el mandatario defendía el actuar de
su Gobierno frente a este flagelo, en las afueras del Palacio Nacional, en el
centro de la capital mexicana, decenas de mujeres protestaban por el
asesinato, violación y tortura de Fátima, una niña de siete años, cuyo crimen
ha conmocionado al país.
“Estamos
atendiendo las causas (de la violencia contra las mujeres) y pensamos que en la
medida que tengamos una sociedad más justa, más igualitaria, fraterna, con valores,
en donde el individualismo no sea lo que prevalezca, sino el amor al prójimo,
que haya mucho cariño, que no haya odios, así vamos a ir enfrentando todos los
desafíos, todos los retos”, respondió el mandatario mexicano tras ser
cuestionado por una reportera mexicana durante su conferencia de prensa
matutina, conocida coloquialmente como “la mañanera”.
Al ser
preguntado sobre cuándo presentaría un plan puntual para atender los
feminicidios, López Obrador no dio una respuesta concreta, aunque dijo que “ve
muy bien” que se cree una fiscalía especial para que investigue estos crímenes,
pero dejó claro que se trata de un tema que tienen que discutir el Congreso
Federal, los congresos y gobiernos estatales y la propia fiscalía general
mexicana. “Yo lo veo muy bien todo lo que se haga para conseguir la paz y la
tranquilidad y vamos a seguir ayudando en todo”, se limitó a decir. (Cfr. Carlos Salinas
Maldonado; El País; 18/2/2020).
Está muy bien, estoy de acuerdo con
su retórica, hay que fomentar el amor al prójimo, sí, pero ¿cómo? Y lo peor de
todo es que volvió a las andadas. AMLO afirmó que los conservadores son
machistas, por lo que pidió que “qué no se disfracen de feministas y usen
el movimiento para su beneficio”.
El feminismo
en México
Abundó, “nosotros estamos a favor de las mujeres, no somos machistas. Venimos de
un movimiento de izquierda, aunque no les guste, y ofrezco disculpas por
anticipado, ¿saben dónde está el machismo? ¿Quiénes son los machistas y los que
discriminan? Los conservadores”. Etcétera. (Cfr. Reforma 26/2/2020).
En los Estados Unidos y en Europa el
movimiento feminista va muy avanzado, ha sido parte importante de las políticas
de bienestar social impulsadas por los sindicatos y por Organizaciones no
Gubernamentales. Pero en México a pesar de que se inició hace ya un siglo, ha
sido marginal, elitista: se ha restringido a las universidades y a los pocos grupos
culturales organizados.
El verdadero feminismo mexicano
surgió en los años 70 cuando circuló en el ambiente intelectual una traducción
argentina de El segundo sexo, de
Simone de Beauvoir, editada por Siglo XX, en dos tomos.
Escrito en 1949, el día de hoy se
reconoce como una de las obras
fundacionales del feminismo, que además utiliza los
conceptos existencialistas para indagar acerca de la vida de las
mujeres. En la UAP se conoció gracias a Marcela Lagarde.
Más que un ensayo, es todo un tratado sobre la identidad de las mujeres y de la
diferencia sexual desde los puntos de vista psicológico, histórico,
antropológico y biológico; además de estudiar la reproducción y la
relación afectivo-sexual.
La teoría principal que sostiene
Beauvoir es que “la mujer” (coqueta, cariñosa, etc.) es un producto cultural
que se ha construido socialmente. La mujer se ha definido a lo largo de la
historia siempre respecto a algo: como madre, esposa, hija o hermana.
Feminismo de
equidad
Así pues, la principal tarea de la
mujer es reconquistar su propia identidad específica y desde sus propios
criterios. Muchas de las características
que presentan las mujeres no les vienen dadas de su genética, sino de cómo han
sido educadas y socializadas. La frase que resume esta teoría es muy
célebre: “No se nace mujer: llega una a
serlo”.
Tras escribir El segundo sexo y recibir multitud de cartas escritas por mujeres
diciendo que ahora comprendían mejor sus vidas, la filósofa se dio cuenta de
que hacía falta un cambio social y político, por lo que se hizo feminista.
El texto se considera hoy
como la obra principal de referencia de la corriente denominada feminismo de la equidad. Como dato
curioso, estuvo incluido en el catálogo de libros prohibidos por la Iglesia
Católica.
Pero ¿quién era la Simone de Beauvoir de antes
de El segundo sexo, esa que consideraba haber recuperado todos
los privilegios? Sin duda, una mujer que gozaba de reconocimiento y de una
buena posición social. Es decir, ya era parte de la élite cultural francesa.
Tras una infancia marcada por la
ruina económica y el deterioro de la relación entre sus padres, se abrió pronto
paso por sí misma gracias a un ambicioso plan de vida concebido en su
adolescencia, cuando decidió ser escritora.
Estudiante brillantísima, se licenció en un
tiempo récord en letras con especialización en filosofía, y a los veintiún años
ya era profesora, oficio que ejerció en los liceos de Marsella, Ruán y París. (Continuará).
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