Por Félix Cabajal Juárez
Veamos el último ejemplo: El señor
procurador quien es su subordinado, NO tuvo la gentileza de avisarle que el
cantante JULION, habiendo sido investigado por el gobierno de Estados Unidos.
Investigación en la que la PGR, había
participado, aparecía involucrado en la red de Raúl Flores, presunto
delincuente a quien las autoridades mexicanas ya habían detenido en el mes de
julio, próximo pasado, y se encontraba en una prisión mexicana; por lo que la
cercanía del cantante con el presidente, deterioraría la figura presidencial,
aunque Julión resultase inocente, después de ampliar la investigación
correspondiente. No teniendo ninguna
información al respecto, EPN aparece fotografiado en un acto público junto a
Julión.
Julión con Enrique Peña Nieto |
Algo inadecuado en cualquier momento;
pero pésimo a un mes de inicio del proceso electoral para la renovación de la
presidencia y peor aún para la imagen del País. ¿A qué partido político pertenece o
para cual trabaja el señor Procurador General de la República?
Menciono la Revisión del TLC, como la
última gran batalla del Gobierno de EPN, por la repercusión que esta revisión
tendrá en la Economía Nacional.
Considerando que negociaremos con un país
altamente poderoso, económicamente hablando y, que tiene un presidente
marcadamente obsesivo en eliminar el déficit comercial que su país tiene con
México, recuperar los empleos perdidos en Estados Unidos por instalaciones que
empresas transnacionales gringas han hecho en nuestro país sin considerar el
beneficio que la disminución de costos en los productos fabricados ha revertido
a los consumidores estadounidenses.
Más aún, el TLC, facilitó las
exportaciones del sector agropecuario a México, lo que impulsó el crecimiento y
la captación de divisas en EE.UU. Tenemos como mexicanos un superávit comercial
con USA como producto del volumen de importaciones y exportaciones con aquel
país; pero entendamos también que gran parte de nuestras exportaciones son de
productos fabricados por trasnacionales gringas. Que se debe revisar el TLC,
debido al tiempo transcurrido en que se firmó, resulta más que necesario,
obligado.
Debemos analizar el comercio vía
internet que en esa época no existía. El lavado de dinero NO tenía la facilidad
que la electrónica ofrece actualmente. La parte laboral, debe revisarse, puesto
que NO se incluyó en su origen; pero no en la forma como sugiere Mr. Trump,
exclusivamente en el importe de los salarios que se devengan en USA y México,
donde existe una gran disparidad en valores nominales pero que se modifica y es
totalmente distinta en el poder adquisitivo de los mismos.
Una homologación de salarios
incrementaría la inflación en ambos países y los más perjudicados serían los
estadounidenses al perder poder adquisitivo en las exportaciones mexicanas y
sería un sueño, simplemente un sueño el creer que trasladando los empleos a
USA, el precio de los productos bajaría.
En materia laboral se debe revisar el
tránsito del personal en busca de empleos; lo que pudiera dividirse en dos
grupos: A nivel profesional, donde nuestros graduados universitarios, son tanto
o más competitivos que los estadounidenses y, la mano de obra no calificada,
que pudiera manejarse a través de cupos que disminuirían el flujo de mexicanos
indocumentados, eliminándole a USA el gasto en la vigilancia de su frontera con
México y haciendo innecesaria la construcción del tan publicitado Muro.
En fin, será una ardua y larga
negociación que empatará con el proceso electoral mexicano y de tener
resultados favorables a nuestro País, será el mejor obsequio junto con el fruto
de las reformas, a la siguiente administración federal, independientemente de
quien la encabece.
Pero en el caso de ser desfavorable,
como algunos analistas apuntan, será el instrumento que sepultará
definitivamente las esperanzas del PRI de retener la silla presidencial, ya
que, originará un colapso en la incipiente reactivación del producto interno
bruto que estamos teniendo.
Y, por otro lado, al debilitarse el
Gobierno Federal, perderá fuerza en su lucha contra el crimen organizado y la
corrupción apenas contenida, se disparará en su máxima expresión.
El panorama se antoja difícil.
Esperemos que la inclusión de los capitanes de la Industria Privada en el Panel
de Negociación, aporten la suficiente fuerza para obtener una revisión
favorable del actual TLC y más aún, amplíen los beneficios que los tratados
comerciales conllevan para los países que los firman.
Hasta la próxima…
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