martes, 15 de septiembre de 2015

#YoTeNombro: ¡No más plumas sin tinta!

Por Mónica Vázquez Delgado
@MnicaVzquez2

 “Sí, está muy jodido lo que les está pasando a ustedes, pero allá en Veracruz nos están acosando, siguiendo e intimidando. No se trata de una agresión, sino de hostigamiento por parte del gobierno”, dijo Rubén Espinosa en una reunión con los integrantes de la organización por la defensa de la libertad de expresión, Artículo 19.


Dicha reunión fue descrita por Darío Ramírez, director de Artículo 19, entrevistado el 16 de agosto por la revista Emeequis. Rubén se unió a la organización y a talleres sobre manuales de protección a fotoperiodistas. De acuerdo con la entrevista, Rubén se cuidaba en todo momento y se autoexilió en el Distrito Federal.

Y el 31 de julio, Rubén; Nadia Vera, antropóloga y activista, Yesenia Quiroz, Mile Martín y Alejandra Negrete fueron asesinados en un departamento de la colonia Narvarte. Las cámaras fotográficas se alzaron en silencio, las mantas en las calles gritaron el #YoTeNombro, para no olvidar, que este caso también era feminicidio…pero no se trata de “luchar” por saber cuál muerte debe ser más reivindicativa, como se mencionó en el artículo “La colombiana y la colombianización” de Animal Político: “Se trata del valor de la vida y de no acostumbrarnos a la violencia, a que nos maten. Nosotros sabemos que duele porque llevamos más de 50 años poniendo muertos. Sabemos que el problema cruza fronteras y que las causas están relacionadas a políticas internacionales y globalizadas. Pero sabemos también que la solidaridad es internacional.”
Se trata de no normalizar la violencia y de no mediatizarla como una nota que día a día forma parte del acontecer en nuestro país. No se trata de eso.
En el estado de México y en Morelos apenas dieron luz verde para la “Alerta de Género”, después de 840 feminicidios después. En Veracruz, de acuerdo a Artículo 19, van 18 periodistas asesinados; en 2014 hubo 41 agresiones a medios de comunicación en Veracruz. El año pasado, el medio Comunicación e Información de la Mujer (Cimac), publicó su informe sobre la violencia hacia mujeres periodistas, en donde,  de 2012 a 2013 hubo 86 casos impunes. “Al periodismo mexicano le están arrancando página por página”, escribió Alejandro Almazán en su columna del periódico Más por Más.

 Han sido años de silencio, de autosilencio y de luto nacional cada día. Pareciera que los micrófonos se han enmudecido, las plumas se han quedado sin tintas y las hojas siguen incompletas, por que nos faltan periodistas del DF, de Guerrero, de Veracruz y de otros estados que ofrezco disculpa por no mencionar sus nombres. En México el silencio se ha convertido en protesta ante las desapariciones y asesinatos.

El siete de julio de este año, publiqué un artículo en Join, donde hice un recorrido histórico sobre las leyes mordazas en nuestro país: burocratización de la transparencia y legitimación de las “restricciones” de la libertad de expresión y la libre manifestación. El silencio ha sido secuestrado y nuestra libertad mancillada.

Hace tiempo escribí un relato en memoria por las desapariciones del gremio periodístico…sigue pasando el tiempo y seguiremos escribiendo por cada escritorio vacío, pero también ya no queremos escribir, porque tampoco se trata de normalizar las desapariciones. Recuerdo que escribí: “Aquí todo empieza a envejecer, se ha llevado las palabras de esperanza. No nos deje con las palabras resignadas.A sus palabras las seguimos buscando...a ellas el silencio las ha vuelto un grito.”

Las y los recordaremos, las y los seguiremos mencionando, pero tampoco ya no queremos vivir, como menciona el periodista Carlos Fazio “seguir en el juego macabro de militarizar la vida”. Ya no queremos.
Quisiera concluir con un silencio, quiero dedicar mi escrito a cada periodista silenciado, a cada feminicidio maquillado de frases como “es que no debió vestirse así” y mejor les digo que yo estudié periodismo porque no quiero ver caer a mi país, no para que me maten.

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