Por Héctor Márquez Zermeño
Ø El narcomenudeo está creando grandes problemas de salud pública, en
varios países está arruinando la vida de millones de personas en su mayoría
jóvenes y a sus familiares.
Ø …”no es posible concebir que la riqueza del país se concentre solo en
centenares de familias y por otro lado haya millones de familias pobres”…
Escultura Parque de Médicos por la Paz. |
En la publicación anterior hablé de la
necesidad de contribuir a mejorar el clima de inseguridad que vivimos y de los
diferentes mecanismos y estrategias que ha empleado la autoridad para generar
un clima de confianza en la comunidad, y para ello la tarea de los vecinos
vigilantes y solidarios es conveniente que se canalice al interior de los
edificios, elaborando mensajes en los que se refleje la organización y respeto
que debe existir entre los residentes, pues ello ayudará a constituir un escudo
contra la delincuencia que al observar unión entre los vecinos, la pensará dos
veces para cometer sus fechorías.
El narcomenudeo está creando grandes problemas de salud pública, en
varios países está arruinando la vida de millones de personas en su mayoría
jóvenes y a sus familias. Además esto se complica convirtiéndose en un problema
de seguridad pública porque gran número de los drogadictos se ven obligados a
robar para conseguir la droga (un alto porcentaje de presos en México tienen
problemas de drogadicción).
Los jóvenes por su misma condición tienen un exceso de energía y son más
propensos a la acción que a la reflexión. Lo cual los hace más vulnerables
frente al citado flagelo.
El desempleo es un problema que hoy afecta a la mayoría de los países,
crea un estado de frustración e irritación, los repetidos casos de corrupción
favorecen o generan mentalidades cínicas y mezquinas. Tal vez esto ayuda a
comprender la ausencia de ideales y utopías en varias personas y la concepción
del "hombre nuevo" se
desvanece ante grupos organizados que se constituyen en mafias, que controlan
la prostitución, tráfico de armas, tráfico de influencias, pederastia, y otras
formas de violencia.
La tarea hoy es buscar las formas político-organizativas que permitan a
todos los seres humanos encontrar sentido
a su vida cotidiana, (puesto que el hecho biológico de existir, no tiene
por sí mismo sentido alguno) básicamente son dos ejes centrales el amor y el trabajo, pero no es posible
alcanzarlas plenamente en las condiciones de vida actuales, tendrían que
realizarse cambios fundamentales en la organización de la producción y
desglosar de ella la distribución de bienes y servicios, porque no es posible
concebir que la riqueza del país se concentre solo en centenares de familias y
por otro lado haya millones de familias pobres.
Mientras tanto todas las medidas que se tomen en todos los terrenos sólo
serán paliativos, pero se pueden y se deben seguir tomando para mediar el
desempleo, la violencia y la drogadicción, entre ellas, medidas sanitarias,
políticas, culturales y policiales.
Hoy por mencionar solo un ejemplo de cómo se les están cerrando puertas
en México a instrumentos que pueden dar sentido a la vida presente y futura de
los jóvenes, y considerando la crisis por la que atraviesa la Universidad –lo dicen
algunos estudiantes de la UNAM- …"no
tiene caso estudiar porque después no encontramos empleo porque no hay o no nos
quieren contratar, por ser precisamente egresados de esa casa de
estudios"…
De acuerdo al periódico El Financiero
se estima que cada año inyecta al
sistema financiero más de 900 mil millones de dólares, dinero que puede ser
capaz de corromper administraciones, gobiernos y tribunales. Se supone que es
un negocio mucho más grande que la venta de armas o la prostitución.
Pero no olvidemos que las medidas políticas y culturales son las que
pueden encausar la búsqueda de sentido a la vida cotidiana y evitar que muchos,
sobre todo jóvenes, busquen infructuosamente el sentido de su vida en las
drogas o la violencia.
Este problema que ha venido afectando por años a los vecinos con la
consecuente inseguridad para los transeúntes, pésimo ejemplo para las nuevas
generaciones, la suciedad a consecuencia de las botellas de cerveza rotas y el
que ciertas personas se apropien de los espacios comunes y realicen sus
necesidades fisiológicas ahí mismo. Además, el ruido constante y lenguaje
procaz hasta altas horas de la madrugada o, incluso, durante todo el día y la
noche.
Es fundamental recuperar el uso de los espacios públicos, en los que ancianos,
niños y la familia, puedan descansar y jugar bajo el menor riesgo posible.
Además que los jóvenes encuentren vías distintas a las del pandillerismo y la
drogadicción desarrollando actividades colectivas.
Hasta la próxima y resistamos civilizada y
pacíficamente nuestra existencia
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