Por Félix Carbajal Juárez
Según estimaciones publicadas en
distintos medios, el robo del combustible de los ductos de Pemex, la
paraestatal orgullo nacional y supuestamente propiedad y patrimonio de todos
los mexicanos, asciende a poco mas de 60 mil millones de pesos en los
últimos años y, actualmente, su control y eliminación es prioridad de las
autoridades; obligadas por la entrada de las petroleras extranjeras que usarán
esos ductos para el transporte y distribución de sus combustibles y NO, para defender
el supuesto patrimonio de todos los mexicanos.
HUACHICOLEROS PUEBLA. Foto: El Universal |
Una cantidad tan exorbitante de
combustible robado, requería un gran mercado y una amplia red de distribución
para ser comercializado. La respuesta lógica, era la red de gasolinerías
franquiciatarias de Pemex, que además; tenían muy mala reputación en su gran
mayoría.
Sin embargo, aparentemente a nadie le
interesaba detener o eliminar tal ilícito. Más aún, todos los
involucrados, tenían una respuesta a la mano, rápida y convincente. Los
funcionarios de Pemex, origen del problema, argumentaron que el control de la delincuencia era responsabilidad de la
Secretaria de Seguridad Pública y prefirieron en más de una ocasión, dejar de
usar los oleoductos y transportar el combustible en auto tanques con el
correspondiente y desmedido incremento en el costo que aumentaba la ya por sí
deficitaria situación de la empresa.
Las autoridades locales, donde los hechos
se daban y siguen dándose, escurrían y escurren el bulto, argumentando que es
un delito federal y deben perseguirlo autoridades federales. Al amparo de este
argumento, algunas de estas autoridades locales, no solo ignoraron el robo de
combustible sino que se coludieron para disfrutar de los beneficios, ya sea
revendiendo el combustible o consumiéndolo en sus unidades de transporte, como
ha quedado demostrado con la detención de varios ediles municipales y la
protesta de varias organizaciones que han dejado entrever que les han afectado
sus ingresos.
El colmo de todo esto; ha sido la
declaración publicada en el diario Reforma el día 30 de junio del presente año,
del señor Juan Ciro Durán, Consejero Nacional
de la Asociación Mexicana de Organizaciones Transportistas (AMOTAC), de la
compra que miembros de su organización, hacen a los huachicoleros del
combustible robado, aduciendo que el precio al que lo compran es más barato que
el fijado por la Comisión Reguladora de Energía (CRE) a las distintas gasolineras
para su venta al público. Declaración que raya en el cinismo, considerando que
esta organización es una de las varias beneficiadas por el Gobierno Federal, a
través de tasas crediticias baratas para la reposición de sus unidades y
subsidio en los diferentes impuestos a los que los transportistas están
sujetos. ¡Qué maravilla!
Pasando a otro tema, también ligado
al fisco y la delincuencia… En alguna de mis colaboraciones anteriores,
comentaba la detención en flagrancia del ex guerrillero chileno.
El ya famoso Comandante Emilio, quien permanece
prisionero en algún penal del Bajío, presunto culpable del secuestro de varios
adinerados personajes mexicanos, quienes pagaron muchos millones de dólares
para recuperar su libertad. El SAT, tan atento a vigilar el enriquecimiento
inexplicable y el lavado de dinero por ciudadanos mexicanos; NO ha movido un
solo dedo, para auditar o investigar el origen del patrimonio de tan ilustre
Comandante.
¿Estará esperando a que el Gobierno
Chileno, solicite la extradición de Emilio, para enviarlo de regreso a su país
de origen, junto con la fortuna extraída a los mexicanos, como suele hacerse
con los presuntos narcotraficantes extraditados a USA y sean los chilenos a
similitud de los gringos los que incauten y disfruten los bienes producidos
ilegalmente en México?
Hasta la próxima…
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