Alejandro Mario Fonseca
Desde que conocí Cholula, por allá a
fines de los años 70, me encantó. Era un pueblo típico en el que uno podía respirar aire limpio y relajarse. Recuerdo
que veníamos a comer al Delicias, que estaba en la esquina de la Hidalgo y 3
sur, ahora allí hay una zapatería.
El Delicias era un restaurante bar en
el que se comían unos ricos hígados encebollados, los tradicionales mixiotes de
cordero y las famosas tortas compuestas. No me acuerdo cómo se llamaba el
dueño, le decían el “ojo verde”.
Siempre quise vivir en Cholula. Me
acerqué, primero viví en Tonantzintla, un pueblo encantador, sobre todo por su
iglesia barroco indigenista. Allí viví 7 años maravillosos. La casa que
rentaba, en la quinta Tlapanco tenía árboles frutales. La disfruté mucho, allí
nació mi hijo Alex.
Y a fines de los años 80 por fin
compré y construí una casita en San Cristóbal Tepontla, donde vivo desde
entonces. Es una de las 13 juntas auxiliares (pueblos) de San Pedro Cholula,
que como casi todas vive en el abandono, con muy poca atención por parte de las
autoridades municipales.
Bueno, no en el abandono total, por
ejemplo donde vivo yo, en la Quinta Cecilia, pegada al balneario Casa Blanca,
sí ha habido inversión recientemente, pero solamente del lado sur, donde están
los nuevos desarrollos inmobiliarios. El lado norte sigue en el abandono.
Tendría alrededor de 10 años viviendo
aquí, cuando me tocó participar en una
campaña electoral local. El partido verde parecía todavía que de verdad quería
hacer política ecologista en serio.
Cholula, Puebla. |
Y así fue
como de verdad conocí Cholula
Participé con reservas porque ya me
había llevado una gran desilusión cuando el niño verde hizo de las suyas
imponiendo candidatos plurinominales en las elecciones anteriores.
Habíamos ganado dos diputados y la
dirigencia estatal del verde venía trabajando muy bien, el partido estaba creciendo, todavía no se
engranaba al PRI.
No sabíamos que esa era precisamente
nuestra debilidad, al tomarnos la ecología en serio y trabajar, el partido se
consolidaba y había respuesta de la gente, cosa que se vio en las urnas. Esto
amenazaba los intereses del niño verde y sus secuaces y sencillamente
desconocieron a la dirigencia estatal e impusieron otra.
Pero esa es otra historia que
comentaré más ampliamente en otro momento. Lo que le quiero compartir es mi
experiencia de campaña, mi aprendizaje. Más allá de los avatares de la
política, es decir de los codazos, zancadillas, rumores y chismes, de lo que
quiero hablar es de lo que vi.
Y lo que vi fue algo muy parecido a
lo que Colosio denunció en aquel famoso discurso del 6 de marzo de 1994 y que
le costaría la vida tan solo 17 días después:
“Yo veo
un México con hambre y con sed de justicia. Un México de gente agraviada por
las distorsiones que imponen a la ley los que deberían de servirla”.
“Sabemos que
el origen de muchos de nuestros males se encuentra en una excesiva
concentración del poder. Concentración del poder que da origen a decisiones
equivocadas; al monopolio de iniciativas; a los abusos, a los excesos”.
“¡Es hora de
cerrarle el paso al influyentismo, a la corrupción y a la impunidad! Es hora de
la nación”.
Dos Cholulas
Valga este pequeño vistazo a la
historia, para referirme a la terrible desigualdad que observé aquí en San
Pedro Cholula y sus juntas auxiliares. Qué distintos son el centro de nuestro
municipio y su periferia.
En el centro hay riqueza, las calles
están limpias (bueno casi limpias), los escasos jardines están bien cuidados,
las viejas casonas coloniales hermosas y relucientes, hay comercio, hay turismo
hay centros de esparcimiento, juegos infantiles, etcétera; vaya, se disfruta la
ciudad.
En cambio, las juntas auxiliares
están en la pobreza. Todavía muchas calles sin pavimentar, la mayoría sucias, prácticamente no existen
áreas verdes (salvo en el cerro Zapotecas, gracias a Dios, pero cada vez
menos), hay vagos, perros callejeros, pandillerismo, abandono y mala
vigilancia.
En aquella campaña que les comentaba al
principio de este escrito, descubrí esa Cholula escondida que nadie retrata en
las campañas publicitarias turísticas.
Recuerdo que cuando recorríamos las
calles de las juntas auxiliares la gente nos pedía que les regaláramos algo,
nos decían “como quieren que votemos por ustedes si no nos dan nada, el PRI sí
reparte”; incluso los más ladinos nos pedían botellas de licor a cambio de
organizar a sus vecinos para que votaran por nosotros.
Cholula en
la actual coyuntura electoral
Aunque a muchos les caiga gordo por
su forma de ser egocéntrica, para decirlo suavecito, la verdad es que con el
actual alcalde J.J. Espinosa, la ciudad cambió mucho. Pues sí, si cambió, pero
el más beneficiado volvió a ser el centro. A las juntas auxiliares ha llegado
poco.
Hace dos años el alcalde anunció que
la recaudación del predial de las juntas auxiliares regresaría íntegro en
apoyos y obras para las mismas. Ojalá que así allá sido pero no lo veo, lo que
sí veo es que falta mucho por hacer.
El día de hoy estamos viviendo un
inusitado cacaraqueo del alcalde presumiendo sus obras. ¿Cuánto dinero nuestro
se estará gastando en auto promoverse: pareciera que está en campaña?
Sí, hizo muchas cosas y con ellas borró
prácticamente a sus antecesores que quedaron en ridículo. Pero reflexionemos,
sus obras ¿a quienes han beneficiado realmente?
Por otra parte, hemos visto que
también le ha dado mucho por regalar cosas a los pobres. Sin embargo, la
solución no está en regalarles útiles escolares, uniformes, desayunos, etcétera;
está bien que el alcalde se gaste nuestro dinero en eso en lugar de robárselo,
pero no deja de ser populismo y a la larga enferma, envenena a la gente.
Por una
ciudad de bien para todos
Lo que la gente de las juntas
auxiliares requiere para salir adelante son oportunidades reales de trabajo,
capacitación, no limosnas. Hay muchas cosas que se pueden hacer para impulsar
un verdadero desarrollo municipal popular.
Y ya para finalizar quisiera
comentarle un último aspecto del protagonismo del alcalde que me inquieta. Se
está viendo muy mal presionando para influir en la designación del candidato a
la alcaldía del partido MORENA.
Da mucho que pensar que a toda costa
quiera dejar a un incondicional como su sucesor. ¿Acaso tiene algo qué
esconder? Lo más saludable para Cholula sería que la próxima autoridad
municipal estuviera encabezada por alguien más cercano al pueblo, emanado de
él; sí, responsable y trabajador, pero también enfocado al bienestar social, en
suma enfocado hacia una ciudad de bien para todos.
¡Por una ciudad segura, limpia, de gente
trabajadora y de bien! Sí, pero también ¡por unas juntas auxiliares seguras,
limpias, con oportunidades de trabajo digno, de gente trabajadora y de bien!
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