lunes, 5 de marzo de 2018

¡Por una ciudad de bien para todos!

Alejandro Mario Fonseca
Desde que conocí Cholula, por allá a fines de los años 70, me encantó. Era un pueblo típico en el que uno  podía respirar aire limpio y relajarse. Recuerdo que veníamos a comer al Delicias, que estaba en la esquina de la Hidalgo y 3 sur, ahora allí hay una zapatería.
El Delicias era un restaurante bar en el que se comían unos ricos hígados encebollados, los tradicionales mixiotes de cordero y las famosas tortas compuestas. No me acuerdo cómo se llamaba el dueño, le decían el “ojo verde”.
Siempre quise vivir en Cholula. Me acerqué, primero viví en Tonantzintla, un pueblo encantador, sobre todo por su iglesia barroco indigenista. Allí viví 7 años maravillosos. La casa que rentaba, en la quinta Tlapanco tenía árboles frutales. La disfruté mucho, allí nació mi hijo Alex.
Y a fines de los años 80 por fin compré y construí una casita en San Cristóbal Tepontla, donde vivo desde entonces. Es una de las 13 juntas auxiliares (pueblos) de San Pedro Cholula, que como casi todas vive en el abandono, con muy poca atención por parte de las autoridades municipales.
Bueno, no en el abandono total, por ejemplo donde vivo yo, en la Quinta Cecilia, pegada al balneario Casa Blanca, sí ha habido inversión recientemente, pero solamente del lado sur, donde están los nuevos desarrollos inmobiliarios. El lado norte sigue en el abandono.
Tendría alrededor de 10 años viviendo aquí,  cuando me tocó participar en una campaña electoral local. El partido verde parecía todavía que de verdad quería hacer política ecologista en serio.

Cholula, Puebla.

Y así fue como de verdad conocí Cholula
Participé con reservas porque ya me había llevado una gran desilusión cuando el niño verde hizo de las suyas imponiendo candidatos plurinominales en las elecciones anteriores.
Habíamos ganado dos diputados y la dirigencia estatal del verde venía trabajando muy bien,  el partido estaba creciendo, todavía no se engranaba al PRI.
No sabíamos que esa era precisamente nuestra debilidad, al tomarnos la ecología en serio y trabajar, el partido se consolidaba y había respuesta de la gente, cosa que se vio en las urnas. Esto amenazaba los intereses del niño verde y sus secuaces y sencillamente desconocieron a la dirigencia estatal e impusieron otra.
Pero esa es otra historia que comentaré más ampliamente en otro momento. Lo que le quiero compartir es mi experiencia de campaña, mi aprendizaje. Más allá de los avatares de la política, es decir de los codazos, zancadillas, rumores y chismes, de lo que quiero hablar es de lo que vi.  
Y lo que vi fue algo muy parecido a lo que Colosio denunció en aquel famoso discurso del 6 de marzo de 1994 y que le costaría la vida tan solo 17 días después:
 “Yo veo un México con hambre y con sed de justicia. Un México de gente agraviada por las distorsiones que imponen a la ley los que deberían de servirla”.  
“Sabemos que el origen de muchos de nuestros males se encuentra en una excesiva concentración del poder. Concentración del poder que da origen a decisiones equivocadas; al monopolio de iniciativas; a los abusos, a los excesos”.
“¡Es hora de cerrarle el paso al influyentismo, a la corrupción y a la impunidad! Es hora de la nación”.

Dos Cholulas
Valga este pequeño vistazo a la historia, para referirme a la terrible desigualdad que observé aquí en San Pedro Cholula y sus juntas auxiliares. Qué distintos son el centro de nuestro municipio y su periferia.
En el centro hay riqueza, las calles están limpias (bueno casi limpias), los escasos jardines están bien cuidados, las viejas casonas coloniales hermosas y relucientes, hay comercio, hay turismo hay centros de esparcimiento, juegos infantiles, etcétera; vaya, se disfruta la ciudad.
En cambio, las juntas auxiliares están en la pobreza. Todavía muchas calles sin pavimentar,  la mayoría sucias, prácticamente no existen áreas verdes (salvo en el cerro Zapotecas, gracias a Dios, pero cada vez menos), hay vagos, perros callejeros, pandillerismo, abandono y mala vigilancia.
En aquella campaña que les comentaba al principio de este escrito, descubrí esa Cholula escondida que nadie retrata en las campañas publicitarias turísticas.
Recuerdo que cuando recorríamos las calles de las juntas auxiliares la gente nos pedía que les regaláramos algo, nos decían “como quieren que votemos por ustedes si no nos dan nada, el PRI sí reparte”; incluso los más ladinos nos pedían botellas de licor a cambio de organizar a sus vecinos para que votaran por nosotros.

Cholula en la actual coyuntura electoral
Aunque a muchos les caiga gordo por su forma de ser egocéntrica, para decirlo suavecito, la verdad es que con el actual alcalde J.J. Espinosa, la ciudad cambió mucho. Pues sí, si cambió, pero el más beneficiado volvió a ser el centro. A las juntas auxiliares ha llegado poco.
Hace dos años el alcalde anunció que la recaudación del predial de las juntas auxiliares regresaría íntegro en apoyos y obras para las mismas. Ojalá que así allá sido pero no lo veo, lo que sí veo es que falta mucho por hacer.

El día de hoy estamos viviendo un inusitado cacaraqueo del alcalde presumiendo sus obras. ¿Cuánto dinero nuestro se estará gastando en auto promoverse: pareciera que está en campaña?
 Sí, hizo muchas cosas y con ellas borró prácticamente a sus antecesores que quedaron en ridículo. Pero reflexionemos, sus obras ¿a quienes han beneficiado realmente?
Por otra parte, hemos visto que también le ha dado mucho por regalar cosas a los pobres. Sin embargo, la solución no está en regalarles útiles escolares, uniformes, desayunos, etcétera; está bien que el alcalde se gaste nuestro dinero en eso en lugar de robárselo, pero no deja de ser populismo y a la larga enferma, envenena a la gente.

Por una ciudad de bien para todos
Lo que la gente de las juntas auxiliares requiere para salir adelante son oportunidades reales de trabajo, capacitación, no limosnas. Hay muchas cosas que se pueden hacer para impulsar un verdadero desarrollo municipal popular.
Y ya para finalizar quisiera comentarle un último aspecto del protagonismo del alcalde que me inquieta. Se está viendo muy mal presionando para influir en la designación del candidato a la alcaldía del partido MORENA.
Da mucho que pensar que a toda costa quiera dejar a un incondicional como su sucesor. ¿Acaso tiene algo qué esconder? Lo más saludable para Cholula sería que la próxima autoridad municipal estuviera encabezada por alguien más cercano al pueblo, emanado de él; sí, responsable y trabajador, pero también enfocado al bienestar social, en suma enfocado hacia una ciudad de bien para todos.
¡Por una ciudad segura, limpia, de gente trabajadora y de bien! Sí, pero también ¡por unas juntas auxiliares seguras, limpias, con oportunidades de trabajo digno, de gente trabajadora y de bien!

No hay comentarios:

Publicar un comentario