Alejandro Mario Fonseca
Cuando yo era todavía un niño conocí
los viajes en tren. Mi mamá era de Marín, un pueblo de Nuevo León que está
pegado a Monterrey. Se encuentra hacia el nororiente, pasando el aeropuerto
internacional.
Hoy es una zona conurbana de
Monterrey, pero en los años 50 era un pueblito típico, todavía agrícola y
ganadero. Estaba en decadencia porque muchos hombres, habían emigrado a los
Estados Unidos buscando oportunidades de trabajo.
Todos mis tíos y primos mayores se
fueron como braceros e hicieron fortuna en Houston que en aquella época vivía
un boom petrolero. Unos más que otros pero todos lograron salir adelante. Así
que Marín era un pueblo de mujeres.
Íbamos a Monterrey de vacaciones de
fin de año, que en aquél entonces eran vacaciones largas, de 2 meses. Y sí,
viajábamos en tren. A mi papá le gustaba alquilar un compartimento en pullmán y
viajar de noche. Nunca fuimos en avión, era muy caro.
Hoy en día todavía existen viajes
recreativos por tren, está el Tren El
Chepe con la ruta Chihuahua-Pacífico, y el Tren José Cuervo Express que va al pueblo mágico de Tequila. Existen
algunos otros que ofrecen viajes para ejecutivos de negocios.
MX: Molumento a la corrupción. Milenio |
La Café
Society*
Pero no quiero hablar de trenes, sino
de aviones, que en aquella época resultaban
un verdadero lujo. A la gente que viajaba en avión se le denominaba el jet set, que tiene su antecedente en la café society.
Durante los años 20 y 30 del siglo pasado el periodista Lucius Beebe
escribía una reseña semanal para el New York Herald Tribune, que se
llamaba This is New York. Y fue
en ésta columna donde apareció el término café society.
Lucius Beebe lo utilizaba para referirse de manera colectiva a la llamada
“beautiful people” (en español: ”gente bonita”) o “bright young People”
(“gente joven atractiva”), que se reunía en los cafés y restaurantes de moda
de Nueva York, París, Londres, Viena, etcétera.
Los miembros de la café
society eran ricos, parte del establishment y de otros
grupos de la clase dirigente. Asistían a las cenas privadas y bailes de
los demás, tomaban vacaciones en lugares exóticos o en elegantes resorts,
y sus hijos acostumbraban a casarse con los hijos de otros miembros del grupo:
se trataba de la nueva aristocracia.
En los Estados Unidos, el
término salió a la luz con el surgimiento del periodismo fotográfico, para
describir al conjunto de personas que gustaban del entretenimiento semipúblico
en restaurantes y clubes nocturnos, entre los que se incluían estrellas de cine
y deportistas famosos.
El “Jet Set”*
A finales de 1950, el
término jet set comenzó a tomar el lugar de la café
society, pero todavía se utiliza de manera informal en algunos países, para
describir a las personas que son habituales de los cafés y prefieren dar
fiestas en restaurantes y no en casa.
Así que jet set es
también un término periodístico utilizado para designar a un grupo social de
personas adineradas que participan en actividades sociales
habitualmente inalcanzables al común de la gente.
El término, que reemplazó a café
society, derivó del estilo de vida de este grupo exclusivo, que
acostumbraba a trasladarse en aviones, conocidos en inglés con el nombre
de “jet aircrafts”. Se le atribuyó a Igor Cassini, periodista del New
York Journal-American.
Aunque en los años 1950 el
traslado en avión estaba prácticamente reservado a gente adinerada,
posteriormente se abarató, haciéndose accesible a un mayor número de personas.
Actualmente, en los Estados Unidos y
en Europa el término jet set ya no denota prestigio,
aunque continúa siendo utilizado para identificar a aquellos con suficiente
patrimonio y tiempo como para viajar regularmente por placer. También se usa
para hacer referencia a quienes se trasladan en aviones privados propios o
alquilados.
El turismo
en México
Paradójicamente,
a pesar de la violencia y la inseguridad, México se ha convertido en un atractivo
turístico para el mundo: la Ciudad de México, Los Cabos, Cancún y Vallarta son
los puntos más visitados.
El Pasado
18 de enero Enrique De la Madrid, titular de la Secretaría de Turismo manifestó
que con la llegada de turismo internacional, “tenemos muy buena probabilidad de
ubicarnos como el séptimo país más visitado del mundo”.
Durante su
participación en FITUR-2018, De la Madrid dijo que “es un caso de éxito la
labor que realiza la Sectur a nivel internacional para posicionar a México y al
sector”.
También, agregó, “alcanzamos en 2017
un nuevo máximo histórico en la captación de divisas, de alrededor de 21 mil
millones de dólares, 60 % más que en el 2012”.
Pero hay un problema grave: el aeropuerto de
la Ciudad de México trabaja ya a su máxima capacidad. Y no sólo por el turismo
internacional, sino también porque los vuelos comerciales ya se han vuelto
accesibles para las clases medias. Es por ello que el gobierno de Peña Nieto
inició la construcción de un nuevo aeropuerto.
Y sí, urge un nuevo aeropuerto,
moderno y con la capacidad de atender a
un sector en constante crecimiento. El pequeño problema es que el Nuevo Aeropuerto
Internacional (NAICM) en construcción presenta gravísimos problemas.
Ignorancia y
corrupción
El nuevo Jet Set mexicano, es decir la clase política (no toda), los grandes
empresarios (no todos) y también los malos mexicanos que se han enriquecido vinculados
con el narco, el huachicol y demás calamidades, están indignados porque todo
indica que se suspenderá la construcción del NAICM.
Desde antes de que MORENA ganara las
elecciones masivamente, los mexicanos hemos sido bombardeados por argumentos en
pro y en contra. Los más escandalizados son los del sector financiero: si el
NAICM se cancela, entre otras cosas anuncian devaluación y desprestigio
internacional.
Mi conclusión es que el proyecto
presenta un gravísimo “error” de origen: “se seleccionó mal el lugar, sin
estudios técnicos suficientes y sin considerar el impacto ambiental”.
Y la aparente ignorancia con que se
tomó la decisión, esconde corrupción, ya que “los terrenos aledaños al NAICM
fueron adquiridos a muy bajo costo por aquellos que contaron con la información
privilegiada sobre el lugar”.
Si todo esto es cierto, lo primero
que tendrá que hacer el nuevo gobierno será acompañar la cancelación del
proyecto con la lista de los involucrados en esta otra “gran estafa”. Hay quien
me dirá, “si hay errores, pero si se cancela se va a perder mucho dinero”. Por
favor, no se muerdan la lengua.
*Con información tomada de
la Wikipedia.
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