Alejandro Mario Fonseca
Hace dos o tres años vi por primera
vez la película Elysium. Me gustó
mucho pero también me entristeció. Mi gusto se basó en la excelente actuación
de los personajes y en la puesta en escena tan bien lograda.
Pero salí triste del cine, con la
sensación de que los mexicanos ya empezamos a vivir en situaciones muy parecidas
a lo que plantea la película. En seguida me explico.
Lo que vi fue una sociedad
mayoritariamente en la pobreza y esclavizada (gran parte en la miseria). Y una
pequeña fracción disfrutando de una vida llena de comodidades, basadas en
tecnologías de punta: robots y sobre todo de servicios de salud muy avanzados.
El director Neill Blomkamp nos lleva
al año 2159, la humanidad está profundamente dividida entre dos clases de
personas: los ultra ricos que viven a bordo de una lujosa estación espacial
llamada Elysium.
Y el resto que vive entre las ruinas de la
Tierra. La vida de un hombre llamado Max (Matt Damon) pende de un hilo y acepta
realizar una misión peligrosa que podría llevar la igualdad a la población,
pero la Secretaria de Defensa Delacourt (Jodie Foster) promete preservar el
estilo de vida de los ciudadanos de Elysium
a cualquier costo.
Se trata de una estación espacial muy
avanzada que tiene su propia atmósfera y
campo electromagnético, aire limpio, agua y con todo lo necesario para vivir en
forma segura, saludable y confortable, orbitando la Tierra a una gran altitud,
construida por la Corporación Armadyne.
Extrema pobreza |
El cambio
climático
Pero la mayoría de los seres humanos viven en
una Tierra superpoblada y arruinada. Y en consecuencia afectados por varias
enfermedades, problemas de salud, incapacidad y degeneraciones genéticas; todo
esto producto del cambio climático, la contaminación ambiental y los desechos
industriales y nucleares.
El otro tema clave del filme es el de
la migración. La Secretaria de Defensa, decidió conservar el lujoso estilo de
vida de los ciudadanos de Elysium. Y
para ello emplea al psicópata mercenario Kruger (Sharlto
Copley) para eliminar a los inmigrantes ilegales que intentan llegar a Elysium
y utilizar sus avanzados Med-Pods para curar sus enfermedades.
El Presidente Patel (Faran Tahir)
está en desacuerdo con sus métodos y amenaza con cesarla, además de despedir
a Kruger. Delacourt luego convence al Jefe de la corporación, John
Carlyle (William Fichtner), para escribir un programa informático que puede
reinicializar el software de control de Elysium.
Su objetivo es reemplazar a su Presidente,
para que la Corporación Armadyne controle totalmente a Elysium como una dictadura. Carlyle almacena el programa en su
propia mente para su custodia hasta que abandone la Tierra a Elysium, en una nave espacial.
El vértigo
horizontal
Y ya no le cuento más para que usted
vea la película, está disponible en Internet gratis. Y pasando a lo que le
quiero contar, amable lector, es que acabo de ver otra vez Elysium debido a que me enteré de que fue filmada en la ciudad de
México, en escenarios reales.
Sucede que, no sé si en El País o en Sin embargo, leí una entrevista que le hicieron a Juan Villoro
sobre su último libro El vértigo
horizontal, una ciudad llamada México. Y resulta que el periodista le
pregunta a Villoro sobre sus expectativas con relación al triunfo de MORENA en
las pasadas elecciones.
Y contra lo que yo esperaba, Villoro
responde muy pesimista hablando de la gran complejidad de los problemas que le
tocará resolver a los nuevos gobiernos. Y como está hablando de su nuevo libro,
en el que el protagonista es la ciudad de México, hace una severa crítica a los
perredistas por sus malos gobiernos.
Y aquí viene lo más interesante,
Villoro cita la película Elysium para
hacernos ver, con su gran estilo e ironía, lo que es la gran ciudad de México.
Y nos dice que fue filmada en escenarios reales de la ciudad: Chalco y Santa
Fe.
Y aun cuando no fue Chalco sino Neza,
eso es nuestro país, no solamente la capital sino toda la República Mexicana: Elysium es México. En cualquier
estado, en cualquier ciudad no es difícil encontrar el tremendo contraste de
edificaciones y realidades sociales.
El Bordo de
Xochiaca
Colonias suntuosas con todo lo
necesario para vivir en forma segura, saludable y confortable para los ricos. Y
por otro lado grandes extensiones de caseríos improvisados, inseguros con muy
malos servicios, si es que los hay, para los pobres. Veamos el siguiente
reportaje de La Jornada (13/02/2014):
Víctor
Manuel es algo parecido al extra ideal: no requirió maquillaje, vestuario
especial o el idioma para figurar en el filme hollywoodense Elysium (2013), cuyo argumento futurista
intenta recrear cómo sería la lucha entre ricos y pobres en un planeta
devastado.
Este pepenador ni siquiera gastó dinero en
pasajes: las escenas en las que participó fueron grabadas en la puerta de su
choza, levantada entre desperdicios en la franja del Bordo de Xochiaca (Nezahualcóyotl, Mex).
Los
productores, seguramente, ahorraron varios miles de dólares con Víctor Manuel y
otros muchos recolectores del tiradero de basura a cielo abierto Neza III, que
fueron extras en esa cinta.
La
productora Tristar Pictures ni siquiera invirtió en una locación ideada por
computadora: sus guionistas, ansiosos por plasmar la pobreza extrema que
hiciera creíble una parte de la historia, encontraron el escenario natural en
este municipio mexiquense, conurbado al Distrito Federal.
No obstante,
la producción donó equipo de cómputo con valor de unos 100 mil pesos que
desapareció en 2012, cuando la anterior administración dejó el gobierno. A los
extras les remuneraron su participación, aunque no revelaron la cantidad.
Dedicado a
la pepena desde hace 28 años, no se ufana cuando narra su experiencia en Elysium. Recuerda su participación en
cuatro escenas.
Reflexión
política final
Enorme tarea tienen ya los nuevos
gobiernos y legisladores de nuestro país: revertir el terrible desequilibrio económico
y social. La tarea es compleja pero no imposible.
Trabajo, viviendas, alimentación y
salud dignos deberán ser las prioridades. El combate a la corrupción y la
pacificación del país van de la mano de estas prioridades.
Todos los mexicanos podemos y debemos poner algo
de nuestra parte: la tarea es de todos. ¡No más Elysium!
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