Con Antonio Fonseca
Por Ignacio Arellano M.
Antonio Fonseca Martínez |
Toño Fonseca nació hace 61 años, en la colonia Roma, Delegación Cuauhtémoc y es químico.
Tu familia ¿cómo está compuesta?
“Llegamos a Tlatelolco el 4 de enero de 1968. Mi padre, mi madre y cinco hermanos. Yo soy el mayor. Mis padres ya se nos adelantaron. Mi mamá murió en el 79 y mi padre en el 2001”, respondió.
Su padre Antonio Fonseca Castro, trabajó casi toda su vida para Petróleos Mexicanos, trabajo un tiempo en Monterrey y allá conoció a su madre, María de la Luz Martínez González. Más adelante se la trajo a la Ciudad de México, trabajó un tiempo en la Clínica Fleming de Pemex y después en el Hospital Central de Azcapotzalco, finalmente en las oficinas centrales.
Su padre fue dirigente sindical de la Sección 34 a finales de los 50´s. “Cuando se hizo un intento de democratización del sindicato, en particular de ésta Sección”.
Talleres de ferrocarriles; al fondo a la derecha la iglesia de Santiago. Fuente: Internet. |
Una jugada de varias bandas
Recordó que “el bastión de lucha más importante de los ferrocarrileros fue precisamente en esta zona, lo que antes fueron talleres o patios de ferrocarriles lo que hoy es la Primera y Segunda Sección de Tlatelolco”.
Entonces, agregó: “al desmantelar los talleres significó también desmantelar el bastión más combativo de los ferrocarrileros. O sea que la construcción de Tlatelolco fue una jugada de varias bandas”.
Por un lado, se regeneró una zona urbana, que también por cierto significaba un “tapón”. “Por qué digo eso de “tapón, porque nada más estaba Insurgentes abierto y no había otra manera de venir hacia el norte más que por esa avenida. La calle de Guerrero estaba cerrada, estaban los talleres aquí (Plaza de las Tres Culturas). Asimismo, la arteria Lerdo estaba cerrada, San Juan de Letrán (hoy Eje Central) estaba cerrada y Manuel González no existía, eran la callecitas estas del Centro, nada más. Allende que también está cerrada, aquí…porque aquí era un Cuartel y era otra situación”.
Entonces, "todo era muy distinto”.
“Nosotros llegamos aquí a Tlatelolco, a estrenar, vamos, todo era nuevo”, expresó Antonio.
“Yo me acuerdo que él insistía mucho del 2 de octubre del 68, por ejemplo, en que yo no acudiera al mitin. Incluso estaba trabajando en Pemex en esos meses por la huelga en la UNAM pues no había clases. Entonces, él me consiguió ‛chambas’”, recordó.
Después del trabajo, dijo, “como eso de las tres de la tarde, voy a practicar la máquina de escribir de tres a seis”. Sin embargo, apuntó, mi padre se salió a las tres y se vino asomar aquí a la Plaza, todo eso, claro, lo supe años después”.
Comentó Antonio Fonseca que “me salí a las cinco y media, estuve aquí en la plaza y mi papá se molestó mucho porque pues me recordó: no quería que estuviera aquí. Yo veía movimientos muy extraños y no era conveniente”.
Su padre estuvo como observador en los alrededores. “Él estuvo sobre el paso peatonal del Eje Central. Por ahí se anduvo moviendo… observando… observando, porque igual, vinieron algún grupo de petroleros al evento pero él no se sumó de manera directa. Él estaba observando digamos a distancia”.
¿La relación con tu mamá y la profesión de tu mamá?
“Mi mamá no terminó la primaria, fue ama de casa. Mi papá sí estudio hasta la Preparatoria y luego hizo la Normal, pero como aprendió taquigrafía y después daba clases de taquigrafía en el Sindicato Petrolero. Capacitaba mucha gente para las secretarías y a los secretarios. Ellos formaban gente porque se necesitan, gente muy eficaz en las oficinas”, manifestó.
Señaló que su mamá “era como de rancho, digamos. Ella vivía en un rancho que ahora ya está dentro de la zona hoy conurbana de Monterrey, cerca de Agualeguas, Nuevo León”.
¿Tú papá de dónde es?
“Mi papá es de Guanajuato y mi mamá de Marín, que está pegado a Monterrey, Nuevo León".
Sobre sus hermanos, mencionó que “estamos repartidos, aquí vivimos dos en Tlatelolco; mi hermana la menor, que vive en la Segunda Sección, Fabiola que ahora trabaja en el Metro. Ella empezó desde taquillera, luego fue conductora, luego jefa de Estación y ahora es inspector en jefe de transportación.Conoce muy bien la problemática del Sistema de Transporte del Metro”.
Tu formación es ya política, por tu padre, y eso te dejó muchas cosas ¿qué estudiaste?
“Sí, estudie en la Prepa 9 y cuando terminaba el tercer año preparatoria estalla el movimiento del 68 y después ingresamos a la Facultad de Química en la UNAM. Ahí estudié la carrera de Químico. Un tiempo trabajé en Especialidades Químicas. Bueno en varias ramas de especialidades, estuve trabajando en plásticos y en otro tiempo fabricando material básico para llantas, y ya después especialidades”, apuntó. “Otra actividad que desarrollé muchos años fue la docencia di clases en secundarias y preparatorias”.
Vista hacia la segunda sección desde el Puente rojo ahora Puente de piedra. Fuente: Internet. |
¿En qué momento empiezas en tu participación política?
“Yo creo que el 68 es importante y eso me marca mucho. Hace que yo me interese por todo lo que ocurre. Escuchaba porque mi padre ponía mucha atención a los informes presidenciales y leía los periódicos todos los días. Estaba pendiente de muchos detalles”, reflexionó.
“Cuando ocurre lo del 68, ahí sí, le puse mucha atención a ver qué va a decir Díaz Ordaz de todo esto que está pasando y desde ahí también empecé a observar y estar muy pendiente del asunto político. Casi de manera cotidiana, o sea, todos los días estaba leyendo, recuerdo el Excélsior de Scherer, era un buen periódico en aquellos años”, dijo.
Después del 68, pues sí quedamos con muchas inquietudes y veíamos que para los jóvenes no había muchas opciones. Trabajé a aquí mismo en Tlatelolco por ahí de 1973. Formamos primero “El Grupo Cultural Independiente, organizamos mesas redondas y un grupo de teatro”.
En el edificio Ezequiel A. Chávez construimos una asociación civil en 1972, para representar al inmueble para ver los problemas internos en el edificio y como palanca para solicitar los teatros de la Unidad para las actividades del grupo concluyó Antonio Fonseca.
arellanoamigo@yahoo.com.mx
“Yo creo que el 68 es importante y eso me marca mucho. Hace que yo me interese por todo lo que ocurre. Escuchaba porque mi padre ponía mucha atención a los informes presidenciales y leía los periódicos todos los días. Estaba pendiente de muchos detalles”, reflexionó.
“Cuando ocurre lo del 68, ahí sí, le puse mucha atención a ver qué va a decir Díaz Ordaz de todo esto que está pasando y desde ahí también empecé a observar y estar muy pendiente del asunto político. Casi de manera cotidiana, o sea, todos los días estaba leyendo, recuerdo el Excélsior de Scherer, era un buen periódico en aquellos años”, dijo.
Después del 68, pues sí quedamos con muchas inquietudes y veíamos que para los jóvenes no había muchas opciones. Trabajé a aquí mismo en Tlatelolco por ahí de 1973. Formamos primero “El Grupo Cultural Independiente, organizamos mesas redondas y un grupo de teatro”.
En el edificio Ezequiel A. Chávez construimos una asociación civil en 1972, para representar al inmueble para ver los problemas internos en el edificio y como palanca para solicitar los teatros de la Unidad para las actividades del grupo concluyó Antonio Fonseca.
arellanoamigo@yahoo.com.mx
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