Por Miguel Angel Márez Tapia
Anunciando su licencia como diputado y decisión por luchar por una candidatura independiente Foto: Notimex |
Manuel Jesús Clouthier Carrillo, hijo del
histórico “Maquío” decide crear un cisma en la aletargada y aburrida
“intercampaña” de la carrera presidencial. Los llamados analistas de la
“opinocracia” estaban enfrascados en el debate sobre las encuestas, una
estrategia que estaba consolidándose para apuntalar a la candidata de Los
Pinos, Josefina Vázquez Mota y restarle números a Enrique Peña Nieto, sin embargo no únicamente a los miembros de
todos los partidos políticos sino hasta a un desordenado Instituto Federal
Electoral (IFE) tomó por sorpresa.
A través de una sobrerregulación de la mal
hecha, ley electoral, el IFE ha dado más incertidumbre que certeza, por ello la
decisión de Clouthier ha provocado en primera instancia, aceleradas opiniones
para cerrarle la posibilidad de registrarse como candidato independiente
apelando a la restricción jurídica del Código Federal de Instituciones y
Procedimientos Electorales (COFIPE) para que un ciudadano intente llegar a
obtener un puesto de elección popular sin el aval de un partido político, hasta
consejeros del IFE ya han declarado en ese sentido.
“Me quedan grandes los pantalones de
Maquío”, insiste Clouthier en referencia de utilizar todos los recursos que
caracterizaron la lucha por la democracia emprendida por su padre. Con un discurso sencillo y directo, mantiene
su congruencia que ha expresado durante años, recientemente le ganó un juicio
al Partido Acción Nacional (PAN) por no querer afiliarse como miembro partidista para acceder a tener una
candidatura, para ello retoma además la crítica a la partidocracia, al sistema
político mexicano, es consabido que los partidos políticos no desean abrir los
caminos para que ciudadanos accedan a gobernar o legislar en nuestro país, así
se entiende por toda la reticencia de abrir el acceso a aquellos que no son
miembros de un partido.
Sin embargo, para no caer en análisis
ligeros que la decisión de Clouthier es un golpe al PAN (como se expresa en
algunas columnas de medios informativos),
evidentemente lo es, pero la lectura debe ser más profunda. La
“democracia” misma está en entredicho,
todos los políticos hablan sobre democracia, el IFE como árbitro lo usa
de bandera, por lo tanto será interesante observar hasta que punto se desea
impulsar por todos los actores que están en la arena política, un discurso de
extrema legalidad, ya que la batalla va más allá que el COFIPE restrinja el
acceso al ciudadano, ninguna ley secundaria puede estar por encima de la
Constitución, ahí estará el debate, ya que la carta magna no restringe la
figura de candidato independiente, razón por la cual legítimamente nadie le
puede negar el derecho a desear registrarse.
¿Cuál será el costo para los partidos, IFE
y TRIFE sí niegan el registro? Ahí está el cisma de la rebelión de Clouthier,
seductora fachada para un importante sector del electorado que está separado de
los partidos políticos. Evidentemente en el COFIPE no está considerando que
exista un candidato independiente, mucho menos reglamentado los mecanismos para
hacer operativa su inclusión en la boleta electoral. Sin embargo, siempre
será sano la existencia de éstos debates, discursos que abogan por libertades
en vez de restricciones. La batalla está abierta contra el status quo del sistema político mexicano es a contracorriente y en desventaja, la lucha contra el “establishment” como lo denomina Clouthier, pero será decisión de
los ciudadanos sí consideran que su movimiento es digno de
apoyarse y defenderse.
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