Paraje en el Estado de Hidalgo |
Por Raúl de la Torre
1) En cuestión de amores, como dijo el novelista, buscamos lo que encontramos
2) “Siempre mi padre es el acólito de esa iglesia, donde mi maestra de primaria le vende chicles al presidente; y yo estoy comiendo –le contaba su recurrente sueño al psicoanalista, quien tenía media hora de escucharlo sin decir palabra-; y siempre como lo mismo; mole de olla…” “¡espéreme! –detuvo éste repentinamente la narración, como si hubiera surgido algo central para el análisis-: ¿…el mole de olla, está cocinado con chile morita, o con guajillo?”
3) Quien comprende es flexible; quien tolera, cómplice
4) La muerte sorprendió al filósofo, en su –último- tema de reflexión: la propia muerte…
5) Hombre que a sí se vence, a Dios convence
6) “No quiero empañar con mi amor, el amor que ya te tengo”, le compartió a su mujer, sin que ella lo entendiera. (No importa: él se entendía)
7) ¿Habrá mayor elegancia que la del suicida?
8) “Mis hijos se la viven entre Nueva York, París y Tokio”, alardeaba el pedante en la reunión. “Los míos están mucho más lejos”, le reviró irónicamente el pensador. Y ante el suspenso del grupo: “…es que los tres viven en el inconciente”
9) La vida en pareja, ese divino imposible
10) “Para realmente conocer a una mujer –recomendaba el peluquero de señoras-, hay que oírle hablar de ella, a otra mujer, que la envidie…”
11) ¿Será que la alegría es fe, y la felicidad satisfacción?
12) “Tu corazón es un sacramento”, le otorgó el sacerdote mexica a la doncella, mientras lo iba ofrendando hacia el cielo, en lo alto del teocalli…
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