sábado, 24 de marzo de 2012

Por no tener un seguro actualizado y suficiente: Sismo 1985


Memorias de construcción y reconstrucción (Décima parte)

Por Santiago Jordá Salazar*

Escombros del edificio Nuevo León, al fondo la torre Veracruz. 1985
El lunes 23 de septiembre de 1985 por la tarde llegué a Tlatelolco, una tarde calurosa y me dirigí al campamento “Pera Sur”, el cual tomó forma el fin de semana. El viento proveniente del oriente traía un aroma que recordaba el mar, producto desgraciadamente de la descomposición de los cuerpos víctimas del derrumbe del edificio Nuevo León. Me ofrecieron un café, nuevamente me presenté como vecino, inmediatamente comenzamos a intercambiar opiniones sobre nuestro futuro, el del edificio y de la Unidad en general.

Me enteré que BANOBRAS a través de AISA motivaba a los vecinos a cobrar el seguro de daños como pérdida total, entregando su certificado de participación inmobiliaria, al mismo tiempo amenazaba que pagaría únicamente lo que alcanzara a cubrir con su patrimonio, y esto, sólo a los que demostraran que estaban al corriente de sus cuotas del seguro de daños, te decían: ¡Apresúrese que se va a acabar el dinero! La indignación de la gente fue por la cantidad,  aproximadamente la quinta parte del valor que hasta el 18 de septiembre tenían los departamentos.

Posteriormente se presentó en el campamento, un licenciado de apellido Pérez,  a comprar certificados dando un 50% más de lo que ofrecía BANOBRAS, y en efectivo, aunado al terror que experimentó la gente que vivió el sismo, así como personas de buena voluntad que nos venían a hablar de la Biblia y decían que era el inicio del Apocalipsis, por ello muchos vecinos cobraron el seguro o vendieron sin realmente analizar la situación, malbaratando su patrimonio. Por otro lado, me enteré que los vecinos de la Unidad se estaban organizando para presentar un frente común, y exigirle al gobierno, el cumplimiento de sus obligaciones por lo que se invitaba a los damnificados a una marcha hacia los Pinos, partiendo de la Columna de la Independencia.

En este punto voy a hacer un paréntesis, ya que para mí es muy importante que ustedes recuerden o se enteren porque el monto a cubrir por la aseguradora, era tan raquítico. AISA quería actualizar la suma asegurada al valor de los departamentos asimismo cobrarla a los propietarios de los certificados, junto con las cuotas de administración y mantenimiento que cubríamos mensualmente. Las asociaciones de vecinos se oponían a este aumento, para evitar suspensiones de pago y problemas con la comunidad, simplemente no las actualizaban y por ésta razón eran tan raquíticas. Como ven no todo fue culpa de las autoridades sino estuvo compartida por algunos vecinos para adquirir liderazgos que resultaron negativos.

Aquí le paro por falta de espacio, en la siguiente nota les platicaré los errores que cometió BANOBRAS por negligencia y exceso de confianza en relación a los seguros de daños. Por último, mi eterna petición para corregir los problemas de suministro de agua potable, que la primera administración perredista en la Segunda y Tercera Sección por el exceso de presión, siguen ocasionando agrietamiento de tuberías, como en válvulas de paso de los departamentos, así como la suspensión intermitente del vital líquido.

 *Arquitecto

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